Por: Fred Rogers

Parte del problema con la palabra ‘discapacidades’ es que ésta inmediatamente sugiere una inhabilidad para ver o escuchar o caminar o hacer alguna otra cosa que muchos de nosotros damos por sentado.  ¿Pero qué de las personas que no pueden sentir?  ¿O hablar acerca de sus sentimientos?  ¿O manejar sus emociones de forma constructiva?  ¿Qué de las personas que no son capaces de formar relaciones cercanas y fuertes?  ¿Y personas que no pueden encontrar plenitud en sus vidas, o aquellos que han perdido la esperanza, que viven en desilusión y amargura, y no encuentran en la vida alegría ni amor?  Éstas, me parece a mí, son las discapacidades reales.

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