Efectividad de la terapia de parejas

 

De acuerdo con estudios realizados por la American Association of Marriage and Family Therapists, las parejas que han asistido a sesiones de terapia demostraron tener altos niveles de satisfacción con el proceso.  Más del 98 porciento de estos indicó que recibieron servicios terapéuticos excelentes o buenos, y más del 97 porciento indicó que recibieron la ayuda que necesitaban.  Luego de trabajar con un terapeuta de parejas a lo largo de un ciclo terapéutico completo, el 93 porciento dijo que luego del proceso, adquirieron herramientas más efectivas para lidiar con los conflictos.  Los participantes de los estudios también informaron una mejoría en su salud física y en la habilidad de funcionar mejor en el empleo luego de asistir a terapia.

 

Los cambios generacionales y las creencias sobre el sexo

Los Millennials son más receptivos al sexo premarital y a las sexualidades alternas en comparación con cualquier otra generación, sin embargo, no son tan activos sexualmente como se esperaría.

Podemos notar en la literatura que la aceptación del sexo premarital y de sexualidades alternas ha ido cambiando considerablemente y de forma ascendente a través de los años y de las generaciones.

El cambio mayor ha sido entre la Gran Generación nacida en los tempranos 1900 y los Boomers nacidos en la década de 1940 y 1950. Sin embargo, los Millennials nacidos entre 1980 y 1990 se muestran más receptivos al sexo premarital que los nacidos en 1960 y pertenecientes a la Generación X. La aceptación del sexo premarital aumentó de un 42% para la Generación X a un 58% para los Millennials, y la aceptación de las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo aumentó de 13% en el 1990 a un 44% en el 2012.

La cantidad de parejas sexuales que una persona ha tenido también ha tenido modificaciones. Esta ha variado de 2.16 para la Gran Generación a 11.68 para los Boomers y 8.26 para los Millennials. Ciertamente e indiscutiblemente, los Millennials son más receptivos al sexo premarital y a las sexualidades alternas en comparación con cualquier otra generación, sin embargo, no son tan activos sexualmente como se esperaría. Mencionan algunos expertos que esto es consistente con las características propias de una generación –tolerante e individualista– que promueve la aceptación de las elecciones personales de otros/as y el realizar las propias.

Estos cambios en actitudes y conductas referente a la sexualidad podrían relacionarse con el creciente individualismo en la cultura estadounidense, la cual pone más énfasis en las necesidades individuales y en una actitud más relajada hacia la sexualidad.