– Kristen Crockett

Si nuestra cuidadora fue nuestra madre, padre, tío, tía, abuela, padre adoptivo o hermana, nuestro esquema de lo que es una relación está supuesto a lucir según lo modelado en nuestras relaciones con ellos. Si nuestro cuidador guardó las espaldas a su pareja en múltiples ocasiones, justificó sus acciones, le ayudó a combatir sus demonios, se hizo el ciego ante sus infidelidades, o se movió de una relación a otra, eso es lo que conocemos. Su conducta se convierte en nuestro propio modelo de cómo se supone que luzca una relación y determina lo que esperaremos de nuestras propias parejas.