Los desacuerdos y las diferencias de opiniones son normales en una relación. Es de esperarse, por lo tanto, que en toda relación surjan intercambios producto de estas diferencias. Estos intercambios –acalorados o no– deben, sin embargo, ser productivos y conducir a algún tipo de resolución. Deben evitarse a toda costa los insultos. Es necesario que los cónyuges se escuchen mutuamente durante estos intercambios y que traten de entender la posición de cada cual. Recuerden que no se trata de ganar como individuo, sino de ganar como pareja. Y si entiendes que te equivocaste… discúlpate (leer más aquí).
Clave del 1 de julio de 2016
Las relaciones se desarrollan adecuadamente si los cónyuges aprenden a comunicarse de forma respetuosa, honesta y efectiva. Es importarte que las parejas entiendan que ningún tema es prohibido en una relación. La comunicación en la relación debe ser consistente y oportuna. Encuentra el momento adecuado para hablar con tu pareja temas sensitivos y aprende a regular tus emociones previo a hacerlo. Incorporar críticas e insultos en la comunicación sólo logrará provocar un tranque. Asiste a talleres que te ayuden a perfeccionar tus técnicas de comunicación, en especial dentro de un contexto de pareja.