Curiosidad del 2 de septiembre de 2016

Los problemas que conducen a un divorcio, ¿están presentes desde el inicio de la relación?  Un estudio conducido por Hannah C. Williamson y publicado en el Journal of Social and Personal Relationships encontró que para las esposas los problemas que conducen a un divorcio son:  mala comunicación, pobre disposición a trabajar en la relación, confianza, celos/infidelidad, mal temperamento y estado de ánimo variante por parte de la pareja.  Para los esposos, los problemas más comunes en la relación serían:  estado de ánimo variante por parte de la pareja, mal temperamento, mala comunicación, confianza, calidad del tiempo que invierten juntos, toma de decisiones y solución de problemas, y administración del dinero.  Este estudio también encontró que los hombres comúnmente están menos conscientes de los problemas en la relación en comparación con las mujeres y que las mujeres son más propensas a reconocer que la relación está en problemas y buscar ayuda terapéutica.  Luego de analizada la data, Williamson concluyó que muchos de los problemas que conducen a un divorcio están presentes desde el inicio de la relación mientras que otros surgen durante el curso de la misma.

logo-articulos1a

 

Curiosidad del 22 de julio de 2016

Las personas que se casan entre los 28 y 32 años de edad tienen menos probabilidad de divorciarse durante los 5 años siguientes al casamiento.  Esto lo afirma un estudio realizado por Nick Wolfinger de University of Utah.   Los resultados de esta investigación hacen sentido toda vez que en este período las personas son lo suficientemente mayores para entender si realmente son compatibles y que no están únicamente cegados por las hormonas.  En este período, comúnmente, ya las personas han realizado elecciones de vida significativas y han asumido responsabilidades importantes.  Usualmente, en estas edades ya las personas son solventes financieramente y capaces de afrontar las responsabilidades económicas.  Por otro lado, no están tan mayores y tan inflexibles como para no poder realizar los ajustes que el matrimonio requiere, tanto en sus hábitos como en sus estilos de vida.  Estas personas probablemente no tienen ex-esposos/as ni hijos con los cuales dividir su tiempo, recursos y lealtades.  Todo esto contribuye a una relación más fuerte y saludable.

logo-articulos