Nunca te conocerás a ti mismo verdaderamente, o la fortaleza de tu relación, hasta que ambos hayan sido probados en la adversidad.

Nunca te conocerás a ti mismo verdaderamente, o la fortaleza de tu relación, hasta que ambos hayan sido probados en la adversidad.
Indiferencia y abandono con frecuencia hacen más daño que el total desagrado.