Cuídate de los perros que no ladran y de los hombres que no hablan.
Por: Proverbio
En lugar de quejarte que el rosal está lleno de espinas, sé feliz que el arbusto de espinos tiene rosas.
Cuídate de los perros que no ladran y de los hombres que no hablan.
En lugar de quejarte que el rosal está lleno de espinas, sé feliz que el arbusto de espinos tiene rosas.