¿Cuánto sexo?

La cantidad de sexo que tienen las personas está asociada a mayor satisfacción en la relación, mejor autoestima, mejor salud mental y física, menos riesgos de enfermedades cardiacas, menores índices de depresión, menor riesgo de cáncer de próstata, entre otros. Así es que se puede concluir que sexo y salud son aspectos que van tomados de la mano. Sin embargo, las personas cada vez tienen menos sexo. Hoy día, los adultos en promedio disfrutan de esta actividad unas 51 veces al año. Una publicación de la revista científica Social Psychology and Personality Science y llevada a cabo por Amy Muise, concluyó que las parejas que tienen sexo más de una vez por semana no demostraron ser más felices, sin embargo, las parejas que tienen una actividad sexual menor a una vez por semana demostraron ser menos felices. Claro que el sexo por sí solo probablemente no mejorará la salud física y mental, sin embargo, ya sea que el sexo sea un síntoma o la causa del bienestar, por una vida sexual excitante y satisfactoria vale la pena el esfuerzo.

El sexo, la felicidad y el proceso terapéutico

Existe amplia evidencia que le da apoyo al valor de una vida sexual satisfactoria en una relación de pareja, esto sin mencionar a la felicidad individual de cada cónyuge.  Más recientemente, los investigadores han encontrado que los niveles de felicidad de las personas aumentan en los días posteriores a tener alguna actividad sexual con su pareja.

Relación con el proceso de terapia

  • La sexualidad es una de las vías más importantes de intimidad en la pareja, y cuando se vive de forma satisfactoria suele asociarse con mayores niveles de bienestar y felicidad en la relación.
  • Cuando la vida sexual se ve afectada (por conflictos, estrés, enfermedad, rutina o resentimientos), muchas parejas reportan una disminución en su satisfacción global y en la sensación de conexión emocional.
  • La terapia de pareja ofrece un espacio seguro para hablar de deseos, miedos, fantasías y dificultades sexuales, temas que muchas veces se evitan por vergüenza, culpa o temor al rechazo.
  • Al mejorar la comunicación sobre el sexo, se incrementa la posibilidad de encuentros más acordes con las necesidades y preferencias de ambos, lo que impacta positivamente en su sensación de felicidad compartida.
  • La terapia ayuda a desmontar mitos y creencias rígidas sobre la sexualidad (frecuencia “ideal”, rendimiento, roles de género), reduciendo la presión y permitiendo una vivencia más libre y placentera del encuentro sexual.
  • A través de ejercicios y acuerdos, la pareja puede reencontrarse con el disfrute, el juego y la ternura en la intimidad, elementos que nutren tanto la satisfacción sexual como el bienestar emocional.
  • Al trabajar los conflictos relacionales de fondo (heridas, resentimientos, falta de reconocimiento), la terapia de pareja elimina obstáculos que entorpecen el deseo, facilitando una sexualidad más espontánea y gratificante.
  • En síntesis, la terapia de pareja puede actuar como un puente entre sexo y felicidad: al cuidar la relación, mejora la intimidad; al mejorar la intimidad, aumenta la percepción de bienestar y plenitud en la vida en común.