Curiosidad del 3 de febrero de 2017

El Dr. Dough Teti, de Pennsylvania State University, realizó una investigación sobre el hábito de muchos padres y madres de compartir el cuarto y la cama con los infantes. El Dr. Teti aclaró que esta investigación no se trata de formular un discurso en contra de esta práctica, sino de traer a la luz los efectos de la misma en el bienestar de la relación. Cerca del 75 porciento de los padres y las madres realizan esta práctica. Aproximadamente, la mitad de este porcentaje todavía duerme con sus hijos e hijas más allá de los tres meses luego del nacimiento. Luego de lo seis meses, sólo uno de cada cuatro niños permanece en la habitación con sus padres y madres. Este estudio encontró que, en promedio, las madres que duermen con su infantes durante más de seis meses experimentan más sueño fragmentado y refieren menos satisfacción con la relación. Estas madres también tendían a estar más irritables con los infantes a la hora de dormir. De manera notable, esta práctica no pareció tener efecto alguno el sueño de los padres o en su satisfacción con la relación.

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Curiosidad del 27 de enero de 2017

Una nueva investigación publicada en el Journal of Sex & Marital Therapy, conducida por Mara Haupert, de Indiana University, reveló que las relaciones abiertas o no-monógamas son más comunes en los EEUU de lo que se pensaba. Según este estudio, el 21.5% de los estadounidenses en algún momento ha estado involucrado en alguna relación amorosa no-monógama, previamente acordada o consensuada. Para propósitos de esta investigación, una relación no-monógama es cualquier relación en la que sus integrantes acuerdan que cada uno podrá tener relaciones sexuales o románticas con otras personas fuera de la relación. Otro de los hallazgos de esta investigación es a los efectos de que las personas lesbianas, gay y bisexuales se involucran más en este tipo de relaciones no-monógamas en comparación con las personas heterosexuales.

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