– Terry Mc Millan

Durante cinco años no pensé que fuera posible ser tan feliz.  Pero luego se olvidó de todas esas promesas que hizo. Se olvidó del porqué me amaba. Simplemente dejó de amarme.

Y así fue como lo hizo:
Dejó de hablarme a menos que yo le hablara.
Dejó de tomar mi mano.
Dejó de darme un beso de buenas noches.
Dejó de darme un beso de buenos días.
Dejó de besarme.
Dejó de sonreírme.
Dejó de reírse.
Dejó de bañarse y ducharse conmigo.
Dejó de quererme.
Empezó a insultarme.
Empezó a mentirme.
Empezó a engañarme.
Él me hizo daño.
Y luego me dijo que estaba enamorado de otra mujer y quería el divorcio.
Oh, lo olvidé:  dijo que lo sentía.

Quería volarle los jodi’os sesos.