Experiencias positivas

Los conflictos no están tan relacionados a un divorcio como lo está la ausencia de experiencias positivas en la relación. Comúnmente, las parejas invierten tanto tiempo tratando de evitar o reducir conflictos, que olvidan incluir excitación en el día a día. Mientras más excitación haya en la relación, más fuerte esta última será. El aburrimiento y la falta de experiencias memorables reducen la satisfacción marital. Recuerda que lo placentero y lo excitante no siempre van de la mano. Las experiencias excitantes son aquellas que tienden a ser intensas y memorables. Si los cónyuges se involucran continuamente en este tipo de experiencias, en el futuro, cuando las recuerden, asociarán ese recuerdo a su pareja, lo que le proveerán a la relación un vínculo difícil de romper.

La relación en un pedestal

Todas las relaciones batallan con los conflictos del diario vivir.  Muchas veces esto entra en contradicción con la imagen que se muestra en los medios de comunicación sobre lo que supuestamente debería ser una buena relación.   Con frecuencia, las parejas se ven presionadas a mostrar frente a los demás un modelo de relación perfecta.   Lo cierto es que la relación perfecta es aquella donde los cónyuges aprenden a lidiar saludablemente con las debilidades mutuas y propician las condiciones para que su vínculo se fortalezca día a día.  Así es que no pongas tu relación en un pedestal.  No la idealices ni te niegues a verla tal cual es.  No pretendas proyectar una imagen de la relación que no es real.  Sólo de esta forma podrás tomar las medidas necesarias para manejar las imperfecciones exitosamente y salir adelante.