Clave del 7 de octubre de 2016

Las relaciones enfrentan tres grandes amenazas:  falta de compromiso, demasiados conflictos y discusiones, e infidelidad.   Estas a su vez son las tres razones más comunes para un divorcio, rompimiento o separación.  Conociendo esto de antemano, las parejas de forma proactiva pueden elaborar un plan de acción que proteja su relación de estos elementos.   Se hace necesario, por lo tanto, el desarrollo de destrezas adecuadas de comunicación y resolución de conflictos, de manejo del coraje, de reducción de estrés, y además fomentar la conexión emocional con el cónyuge.  Un enfoque preventivo que incluya la terapia de parejas podría ser un recurso valioso que te ayude a alcanzar estos objetivos.

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