Confiar en alguien significa que no tenemos que continuar protegiéndonos. Creemos que no seremos heridos o dañados por otro, por lo menos, no de forma deliberada. Confiamos en sus buenas intenciones, aunque sabemos que podremos ser heridos por la manera en que las circunstancias ocurran entre nosotros. Puede que digamos que esas cosas pueden pasar; que son normales en la vida. El daño es infligido; es una elección que algunas personas hacen.