El cambio es condición fundamental en el proceso terapéutico. Un punto crucial de comienzo en el proceso terapéutico es la determinación de la necesidad de cambio desde la perspectiva de cada cónyuge. Se espera que las parejas que asisten a terapia posean una predisposición para el cambio, esto es, que hayan realizado un compromiso en esa dirección tanto para sí como con la pareja, a los efectos de incorporar los ajustes que sean necesarios para hacer que la relación funcione. Infortunadamente, éste no es siempre el caso. Los cónyuges podrían encontrarse en diferentes etapas del cambio al momento de llegar al consultorio: precontemplación, contemplación, preparación, acción, mantenimiento o terminación. Muchas personas asisten a terapia con la convicción de que quien tiene que realizar cambios es la otra y no ellas. El psicólogo les puede ayudar a determinar en qué etapa se encuentra cada cuál y cuan preparados están para el cambio previo a entrar en tratamiento.