La historia de la terapia de pareja

Hoy día está claramente establecido que la terapia de pareja y la terapia de familia son modalidades terapéuticas completamente distintas, representando la primera una disciplina altamente especializada con sus propios enfoques teóricos.

Se ha observado en la historia que las parejas han buscado ayuda especializada sobre relaciones de pareja desde la década de 1930. Sin embargo, la forma en que se ha buscado y proporcionado esta ayuda ha cambiado drásticamente a lo largo del tiempo. Inicialmente, las parejas en dificultades contactaban a sus ministros o clérigos a principios del siglo XX (muchos todavía lo hacen) y principalmente se les daba educación sobre la importancia del matrimonio desde un punto de vista religioso. Sin embargo, en la década de 1930, los profesionales comenzaron a establecer instalaciones más específicas que denominaron institutos de “consejería matrimonial”. En estos institutos, se brindaban servicios de consejería; sin embargo, estas sesiones no eran facilitadas por terapeutas especializados en conducta humana, sino por obstetras, ginecólogos y “educadores de vida familiar”. A pesar de este movimiento progresista en el campo de la terapia de pareja en la década de 1930, la literatura refleja que este progreso se detuvo durante aproximadamente cuarenta años, probablemente como resultado de la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial.

La terapia de pareja comenzó a progresar una vez más en la década de 1970 al mismo tiempo que la terapia familiar, lo que significaba que las parejas no eran vistas habitualmente solas respecto de su matrimonio, sino como una unidad familiar. No fue hasta 1986 que la terapia de pareja fue reconocida por sí sola, momento en el que investigadores y clínicos comenzaron a examinar activamente este tipo de terapia. La terapia de pareja ha logrado avances significativos en el último siglo; sin embargo, todavía es un campo relativamente joven y necesita desarrollo y avances.

En la actualidad

Hoy en día, la terapia de pareja se ha convertido en una forma de terapia importante y ampliamente difundida. Aunque hubo un tiempo en el que era más bien una «idea» en el campo de psicoterapia, consistiendo principalmente de métodos derivados de la terapia individual o familiar y adaptados a las díadas, la terapia de pareja ha evolucionado hasta convertirse en una forma de tratamiento que se sostiene por sí misma, se practica ampliamente y tiene sus propios métodos distintivos. Hoy día está claramente establecido que la terapia de pareja no es terapia de familia, representando una disciplina altamente especializada con sus propios enfoques teóricos. Una encuesta sobre las predicciones en las prácticas futuras en psicoterapia mostró que la terapia de pareja es el formato terapéutico que probablemente logrará el mayor crecimiento en la próxima década y esta proyección parece haberse confirmado.

La terapia de pareja es un campo en constante evolución. Existen principios de la terapia de pareja que trascienden la orientación teórica, al igual que varios enfoques específicos que son ampliamente difundidos destinados a reducir la angustia y mejorar la calidad de la relación. Aunque persisten vínculos de conexión tanto teórica como técnica con diversos métodos de terapia individual y familiar, el campo ahora incluye un conjunto distintivo de enfoques destacados, basado en un enorme cuerpo de investigación centrada en las relaciones íntimas y ofrece un marco sustancial de conocimientos empíricos que respalda la eficacia y efectividad de las intervenciones. Por lo tanto, ha quedado muy claro que una intervención eficaz con las parejas requiere su propio conjunto de teorías, enfoques y métodos anclados en la ciencia.

Como conclusión, podemos decir que un factor que impulsa la prominencia de la terapia de pareja es la evolución de las expectativas de las personas respecto de lo que desean para sus relaciones. Mientras que antes la miseria relacional era simplemente tolerable, hoy en día las parejas tienen expectativas mucho más altas y ven la terapia como el camino hacia una mejor calidad de vida.