Daniel L. Carlson, Sarah Hanson y Andrea Fitzroy de Georgia State University realizaron una investigación en 2006 con parejas heterosexuales que concluyó que cuando el cuidado de los niños y niñas se divide equitativamente entre ambos cónyuges, la calidad de la relación aumenta y la vida sexual mejora. Estos investigadores también encontraron que cuando esta responsabilidad recaía mayormente en las mujeres, ambos cónyuges reportaban menos satisfacción con la relación y la sexualidad.