Por: Brownell Landrum

Las relaciones son delicadas, como una frágil retoño. Puedes arruinar sus oportunidades de crecer y desarrollarse al pisotearlo descuidadamente o cubrirlo con un manto de obscuridad. Y también, como un retoño, si le das luz y amor y tiempo para que las raíces crezcan profundamente, florecerá como una secuoya majestuosa.

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