Tu relación es un puente entre tú y tu pareja. Todos los días los cónyuges enfretarán situaciones cargadas de emociones negativas. A raíz de estas situaciones, tendrán la oportunidad de añadirle refuerzos a ese puente o permitir que esas circunstancias lo deterioren hasta que se destruya. En momentos de dificultad, el retirarte y evadir la situación sólo logrará aumentar la frustración. En cambio, si en esos momentos respiras, abrazas a tu pareja y te disculpas si es necesario, notarás que el estado de ánimo en ambos cambiará en cuestión de segundos. No permitas que las emociones negativas roben lo mejor de ti a expensas de tu relación.