Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma.
Por: Julio Cortázar
Siempre fuiste mi espejo, quiero decir que para verme tenía que mirarte.
Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma.
Siempre fuiste mi espejo, quiero decir que para verme tenía que mirarte.