Todas las relaciones batallan con los conflictos del diario vivir. Muchas veces esto entra en contradicción con la imagen que se muestra en los medios de comunicación sobre lo que supuestamente debería ser una buena relación. Con frecuencia, las parejas se ven presionadas a mostrar frente a los demás un modelo de relación perfecta. Lo cierto es que la relación perfecta es aquella donde los cónyuges aprenden a lidiar saludablemente con las debilidades mutuas y propician las condiciones para que su vínculo se fortalezca día a día. Así es que no pongas tu relación en un pedestal. No la idealices ni te niegues a verla tal cual es. No pretendas proyectar una imagen de la relación que no es real. Sólo de esta forma podrás tomar las medidas necesarias para manejar las imperfecciones exitosamente y salir adelante.