Vivimos en una generación donde las personas ‘enamoradas’ son libres de tocar las partes privadas del otro, pero no están permitidas tocar los teléfonos de cada cual debido a que son privados.
Vivimos en una generación donde las personas ‘enamoradas’ son libres de tocar las partes privadas del otro, pero no están permitidas tocar los teléfonos de cada cual debido a que son privados.