Es desconcertante darse cuenta lo poco que le tienes que decir a alguien que una vez ocupó un lugar de prominencia en tu cama.
Por: Sue Grafton
Puede usted creer lo que guste. Lo único que yo le digo es que haría bien en comprobarlo.
Es desconcertante darse cuenta lo poco que le tienes que decir a alguien que una vez ocupó un lugar de prominencia en tu cama.
Puede usted creer lo que guste. Lo único que yo le digo es que haría bien en comprobarlo.