Si no respetas tu propios deseos, nadie lo hará. Simplemente atraerás personas que no te irrespetarán tanto como lo haces tú.

Si no respetas tu propios deseos, nadie lo hará. Simplemente atraerás personas que no te irrespetarán tanto como lo haces tú.
Todos estamos buscando el amor, algunos en el fondo de una botella, otros en un casino, otros en los ojos de un nuevo amante. Mientras más busquemos fuera de nosotros mismos, más desesperados nos volveremos. No sufrimos por la poca disponibilidad del amor, sino porque no estamos buscando en el lugar correcto.