La bisexualidad masculina es real

La bisexualidad es una orientación sexual formalmente reconocida por la American Psychiatric Association y la American Psychological Association, entre otras prestigiosas organizaciones.

La bisexualidad es una orientación sexual formalmente reconocida por la American Psychiatric Association y la American Psychological Association, entre otras prestigiosas organizaciones. A pesar de esto, un famoso estudio realizado en 2005 afirmó que la bisexualidad masculina no existía. Durante este estudio, a pesar de que los participantes afirmaron sentirse atraídos por personas de ambos sexos, cuando los sujetos fueron conectados a sensores genitales y se les mostró pornografía masculina y femenina, los individuos sólo se excitaron seriamente con un tipo u otro. Los resultados se tomaron como evidencia de que, en términos de excitación, los hombres son homosexuales, heterosexuales o mentirosos. El investigador principal de este estudio, Michael Bailey, de la Northwestern University, afirmó que «No niego que exista el comportamiento bisexual, pero sí digo que en los hombres no hay ningún indicio de que la verdadera excitación bisexual exista».

En la actualidad, él y sus colegas dicen todo lo contrario. Han realizado un nuevo estudio, publicado en la revista Biological Psychology, llamado «Patrones de excitación sexual de hombres bisexuales revisados», donde encontraron algo más que un indicio de bisexualidad masculina.

Esta vez se utilizaron criterios mucho más estrictos para reclutar participantes masculinos bisexuales en el estudio. Esta vez, en lugar de depender de la autoevaluación de la orientación sexual, los hombres sólo calificaban como bisexuales si habían tenido relaciones sexuales con al menos dos miembros de cada sexo y habían mantenido una relación romántica de al menos tres meses con un miembro de cada sexo.

Los participantes fueron sometidos a la misma prueba de sensores genitales y pornografía que en el estudio de 2005. Los hombres bisexuales en el presente estudio demostraron patrones bisexuales de excitación tanto subjetiva como genital, escribieron los autores. Otro experimento aún no publicado encontró que los hombres bisexuales se excitan significativamente más con la pornografía bisexual que los hombres heterosexuales o homosexuales. Los autores del nuevo estudio entienden que sus nuevos resultados validarán a muchos hombres bisexuales que habían oído hablar de investigaciones anteriores y se sintieron tergiversados o incomprendidos por la ciencia. Sin embargo, los autores creen que los nuevos resultados no invalidan completamente los anteriores. «Creo que ambos estudios son correctos, pero sobre diferentes poblaciones de hombres bisexuales. Confío en lo que se hizo la última vez; la razón por la que tenemos resultados diferentes es que utilizamos diferentes métodos de reclutamiento», dijo el investigador principal. Algunos hombres bisexuales que se declaran bisexuales no se sienten excitados por ambos sexos por los que dicen sentirse atraídos. Otros realmente lo son. La gran pregunta abierta es qué resultados son más representativos del chico bisexual promedio en la calle.

¿Qué significa transgénero?

No existe una única forma de ser transgénero, ni una única manera para que las personas transgénero se vean o sientan bien consigo mismas.

Transgénero es un término general que describe a las personas cuya identidad o expresión de género no coincide con el sexo que les asignaron al nacer. Por ejemplo, una persona transgénero puede identificarse como mujer a pesar de haber nacido con genitales masculinos.

Alrededor de 1,4 millones de adultos en Estados Unidos se identifican como transgénero, según una investigación de 2016 realizada por el Williams Institute de California University. Esta investigación encontró que el 0,8% de los adultos en California, Georgia, Hawaii y Nuevo México se identifican como transgénero, en comparación con el 0,3% de los adultos en Iowa, Montana, Dakota del Norte, Dakota del Sur y Wyoming que se identifican como tales.

Ser transgénero significa cosas diferentes para diferentes personas, según el National Center for Transgender Equality. «No existe una única forma de ser transgénero, ni una única manera para que las personas transgénero se vean o sientan bien consigo mismas», dice esta organización en su sitio “web”.

El sentido interno de una persona de ser hombre, mujer o cualquier otra cosa es su identidad de género. Para las personas cisgénero o no transgénero, su identidad de género coincide con el sexo que le asignaron al nacer. Para las personas transgénero, ambos aspectos no coinciden.
A veces, la identidad de género de una persona no encaja perfectamente entre dos opciones. Las personas que se ven a sí mismas como hombres y mujeres, ni hombres ni mujeres o que quedan completamente fuera de estas categorías pueden identificarse como “genderqueer”, según la Human Rights Campaign (HRC), una organización de defensa de la comunidad LGBTQ (LGBTQ se refiere a la comunidad de personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero y queer).

La forma en que una persona comunica su identidad de género (a través de la vestimenta, el comportamiento, la voz o las características corporales) es su expresión de género. Según el HRC, la expresión de género de una persona puede o no alinearse con las expectativas de masculinidad o feminidad de la sociedad. El concepto «no conforme con el género» («gender non-conforming») se refiere a personas cuya expresión de género es diferente de las expectativas sociales de masculinidad o feminidad. Sin embargo, no todas las personas no conformes con el género se identifican como transgénero, y no todas las personas transgénero se identifican como no conformes con el género.

Según el HRC, la comprensión del público sobre la identidad y expresión de género está evolucionando a medida que más personas transgénero comparten sus historias. Sexo y género son dos conceptos diferentes. El sexo de una persona se refiere a su condición biológica de hombre o mujer. La determinación del sexo de una persona depende principalmente de diversas características físicas, incluidos los cromosomas, la anatomía reproductiva y las hormonas sexuales, según la American Psychological Association (APA). El género, por otro lado, es una construcción social que focaliza los comportamientos, roles y actividades socialmente esperados y típicamente asociados con los diferentes sexos, dice la APA. Los roles de género, que varían según las culturas, influyen en cómo las personas actúan y se sienten acerca de sí mismas.

Es necesario aclarar que la orientación sexual (gay, lesbiana, bisexual, asexual) es diferente de la identidad de género. La orientación sexual es la atracción física, emocional o romántica de una persona hacia otra, mientras que la identidad de género tiene que ver con el propio sentido de sí mismo y de quien se es. Las personas transgénero pueden ser heterosexuales, lesbianas, gays o bisexuales. Por ejemplo, una persona que nace con genitales masculinos puede pasar a ser mujer, pero puede sentirse atraída por las mujeres. En este caso, la persona puede identificarse como lesbiana aunque haya nacido con genitales masculinos. Esto puede ser difícil de entender y de procesar para muchas personas.

Otra aclaración necesaria es que ser transgénero no es un trastorno mental. No se puede «curar» porque no hay nada que curar. Según el HRC, las personas transgénero pueden experimentar una desconexión persistente entre el sexo asignado y su sentido interno de quiénes son. Los profesionales médicos se refieren a esta desconexión como disforia de género porque puede causar dolor y angustia en la vida de las personas transgénero.

En 2012, la American Psychiatric Association anunció que una nueva versión del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) reemplazaría el término «trastorno de identidad de género» por el término más neutral conocido como «disforia de género». En 2019, la Organización Mundial de la Salud eliminó el término «trastorno de identidad de género» de su lista de enfermedades mentales.

Las investigaciones han demostrado que las personas transgénero corren un alto riesgo de sufrir prejuicios, discrimen y problemas de salud mental. La National Transgender Discrimination Survey de 2015 encontró que el 60% de los proveedores de atención médica rechazan el tratamiento a personas transgénero. Además, la investigación encontró que entre el 64% y el 65% de las personas transgénero encuestadas sufrieron violencia física o sexual en el trabajo, y entre el 63% y el 78% sufrieron violencia física o sexual en la escuela.

En la versión más reciente de esta encuesta, realizada en 2015, los resultados revelaron que incluso los niños están en riesgo: aquellos en los grados K a 12 que se declararon transgénero reportaron haber sido acosados verbalmente (54%), atacados físicamente (24%) y agredidos sexualmente (13%) debido a su identidad sexual.

Las personas transgénero a menudo enfrentan discriminación incluso cuando usan el baño. En una encuesta de estadounidenses de 2016 realizada por CBS y The New York Times, el 46% de los encuestados dijo que aquellos que son transgénero deberían usar los baños asignados a su género de nacimiento, mientras que el 41% dijo que dichas personas deberían poder usar el baño que coincida con sus identidades. En mayo de 2016, los departamentos de Educación y Justicia de EE. UU. intervinieron para aconsejar a los distritos escolares que permitieran a los estudiantes transgénero usar baños y vestuarios que coincidieran con las identidades de género de los estudiantes. En respuesta, varios estados se unieron a una demanda, afirmando que el gobierno federal se había extralimitado en su autoridad.

Debido a la discriminación y otros factores, la tasa de suicidio entre las personas transgénero es alta. El Suicide Prevention Resource Center informa que más del 83% de las personas transgénero habían pensado en el suicidio y el 54% lo habían intentado.