El hastío en las relaciones de pareja, ¿qué es y cómo sobrellevarlo?

Cuando el estrés en una relación se vuelve tan crónico que resulta en extremo agotamiento. Cuando empiezas a pensar que todo lo que dice y hace tu pareja es molesto. Cuando tu relación con tu pareja, antes apasionada y amorosa, ahora se siente más como una carga muy pesada. Cuando los fuegos artificiales iniciales se han desvanecido y ya la llama no enciende. Cuando hay un ciclo interminable de desacuerdos y discusiones. Cuando estás emocionalmente tan agotado que hasta las disputas más pequeñas pueden convertirse en confrontaciones acaloradas. Cuando ya no deseas pasar tiempo con tu pareja o si las actividades que alguna vez fueron divertidas ahora te dejan con la sensación de que estás corriendo sin combustible, como un auto sin gasolina que trata de llegar a la siguiente parada de descanso. Si así son las cosas, entonces podrías concluir que el hastío, el tedio, la fatiga o el agotamiento emocional ha llegado a tu relación.

¿Por qué sobreviene el tedio o el hastío en las relaciones?

El hastío, sobre todo cuando aparece durante el noviazgo, podría ser indicativo de una relación que tal vez nunca debió haber comenzado, sin embargo, esto no siempre es contrario a estar enamorado. Los cónyuges podrían estar muy enamorados y al mismo tiempo poseer características de personalidad mutuamente excluyentes, lo que a la corta o a la larga conducirá al hastío en la relación. En la mayoría de los casos el hastío se refiere a un marcado deterioro en la relación o que la relación ha alcanzado la etapa de madurez arrastrando déficits de consideración: por ejemplo, con frecuencia los terapeutas vemos casos de parejas con una vida sexual raquítica, que trabajan todo el día juntos en negocios familiares y luego llegan a sus casas sin darse la oportunidad de tener tiempo a solas de forma individual, de cónyuges que duermen con sus hijos en el lecho matrimonial o que nunca, desde que se convirtieron en padres y madres, han tenido una cita romántica a solas. Es incierto saber cuándo el fenómeno del hastío va a llegar, pero muchos conocedores del tema están convencidos de que tarde o temprano éste alcanzará a todas las relaciones de pareja. Experimentar el hastío en una relación no significa necesariamente que ésta deba llegar a su fin. Cuando dos personas están comprometidas entre sí, existen varios métodos que pueden utilizar que ayudan a devolverle vida a su relación.

El comienzo de una relación romántica típica suele estar lleno de acontecimientos maravillosos y recuerdos encantadores. Sin embargo, muchas razones pueden hacer que una relación aparentemente perfecta se torne tóxica y poco saludable. A medida que pasa el tiempo, muchas relaciones se convierten en emocionalmente agotadoras. El «agotamiento emocional» en una relación describe un estado en el que un cónyuge gasta una cantidad significativa de energía mental y emocional, a menudo debido a estrés prolongado, ansiedad o experiencias emocionales negativas. Esto conduce al hastío y la infelicidad, ya que se agotan los recursos personales necesarios para afrontar la situación. Superar esto requiere apoyo, cuidado personal y cultivar experiencias emocionales positivas.

Aspectos a considerar

Considera si estás experimentando algunas de las siguientes situaciones:

  • Irritabilidad. Este puede ser el signo más importante del hastío. Piensa en esto como el punto de quiebre cuando empiezas a pensar que todo lo que tu pareja dice y hace es molesto.
  • Discusiones continuas. Es cuando de repente encuentras que prácticamente no tienes nada en común con tu pareja o que no hay nada en lo que puedan estar de acuerdo.
  • Cese de la comunicación. Sin duda, es una señal fuerte de hastío si no expresas tus sentimientos y dejas de comunicar lo que piensas, y esperas que tu pareja lo descubra por sí solo.
  • Hablar mal de tu pareja. Aquí es cuando empiezas a hablar mal de tu pareja con cualquiera que te escuche. Es particularmente importante tener esto en cuenta si no es algo que hagas habitualmente.
  • Sentirte desconectado de su pareja. Una persona que experimenta hastío en una relación puede comenzar a sentirse desconectada emocionalmente de su pareja. Las actividades mutuas que solían disfrutar juntos de repente se vuelven aburridas, irritantes o estresantes.
  • Desinterés en tener relaciones sexuales con tu pareja. Para muchas parejas, el sexo es una parte importante de su relación. Cuando una persona pierde interés en la intimidad sexual con su pareja, su comportamiento podría ser indicativo de un problema mayor. Por supuesto, la frecuencia de las relaciones sexuales en una relación depende de varios factores, incluidas las diferencias en libidos y horarios. Sin embargo, cuando una persona se da cuenta de que evita el sexo o siente repulsión por su pareja, puede estar al borde del hastío.
  • Sentirte más negativo o cínico con respecto a tu pareja. Cuando comienza el hastío o el tedio en la relación, uno puede encontrarse anticipando lo peor de la pareja y verlo desde una perspectiva negativa.
  • Temer pasar tiempo con tu pareja. Si una persona se agita ante la idea de pasar tiempo con su pareja, esto es un signo reconocible de hastío en la relación.
  • Distraerse fácilmente durante las interacciones con la pareja. Uno de los signos distintivos del hastío es distraerse con facilidad mientras se está en compañía de la pareja. En este punto alguien puede notar que ya no está interesado en lo que dice su pareja o que se desconecta por completo durante las conversaciones.
  • La relación genera más estrés que apoyo. Cuando la relación comienza a sentirse más estresante que solidaria, esto puede ser una señal de que la relación está en problemas.
  • Fantasear con la idea de salir de la relación. Cuando una persona comienza a soñar despierta con terminar su relación o buscar una «salida» fácil, obviamente hay motivos de preocupación. Una persona puede descubrir que ya no tiene la energía para trabajar su relación y, por lo tanto, es posible que encuentre alivio con la idea de irse o salir de ella.
  • El humor abandona la relación. La risa, el humor y la diversión son fundamentales en las relaciones de pareja; contribuyen al bienestar mental de las personas y promueven una relación más íntima. Las parejas que ya no disfrutan del humor entre ellas pueden correr el riesgo de agotarse, ya que pueden chocar con una frecuencia mayor que la que crean vínculos.
  • Agotamiento emocional. Cuando una persona llega al hastío, está más que agotada. En este punto ya los cónyuges han invertido gran cantidad de tiempo discutiendo, preocupándose e invirtiendo energía en reparar la relación. Dedicar tanto esfuerzo sin obtener resultados puede resultar difícil. Estar agotado emocionalmente puede esencialmente drenar cualquier esperanza de reparación de una relación.
  • Atracción por otras personas. Cuando alguien comienza a sentir atracción por los demás y permite que esto interfiera con su relación, esto puede ser un síntoma de hastío.

Recomendaciones

Aquí hay quince recomendaciones que, como terapeuta de parejas, he encontrado que pueden ayudar en situaciones de hastío en la relación:

  • Recuerda los buenos momentos. Tu situación actual podría condicionarte a resentir a tu pareja, a ti mismo o a la relación. Sin embargo, si recuerdas y ves cómo comenzaron tú y su pareja, es posible que puedan recrear una relación amorosa similar a sus inicios.
  • Sé curiosa. Es poco probable que la persona con la que estás ahora sea la misma que conociste en los inicios de la relación. Volver a sentir curiosidad el uno por el otro y hacer preguntas nuevas, o sea, volver a conocerse íntimamente, tiene el potencial no sólo de acercarlos emocionalmente, sino también de ayudarlos a descubrir por qué sus mecanismos para lidiar con los vaivenes de la relación se vieron tan afectados al punto de llegar al agotamiento crónico.
  • Presta atención a la conexión. Vuelve a hacer del tiempo de calidad con tu pareja una prioridad y, cuando estén juntos, intenta estar mentalmente presente para que la conexión y la intimidad puedan volver a crecer.
  • Limita el pasar demasiado tiempo juntos. En una relación, querer pasar tiempo con tu pareja es natural. Después de todo, pasar tiempo de calidad con la pareja es una de las mejores maneras de fortalecer el vínculo y viabilizar la conexión. Sin embargo, pasar demasiado tiempo con tu pareja puede tener el efecto contrario. Puede provocar sentimientos de poca estimulación, asfixia, resentimiento y aburrimiento.
  • Sé honesto acerca de tus necesidades. Expresar las necesidades emocionales y físicas en una relación es fundamental. Ser honesto acerca de cómo te sientes y cuáles son tus expectativas permitirá generar confianza y fomentar la comunicación franca. Si bien puede ser más fácil pasar por alto las emociones no deseadas, compartirlas con tu pareja puede ayudar a garantizar que no haya «rencor» entre ustedes que eventualmente pueda afectar tu relación.
  • Reserven tiempo para estar juntos. Una persona puede desconectarse fácilmente de su pareja cuando no hace de su relación una prioridad. Antes de renunciar a tu relación, intenta comprometerte a pasar más tiempo con tu pareja a solas. Intenta planificar citas nocturnas, hacer compras juntos o dedicar tiempo al día para simplemente besarse y reconectar.
  • Aprendan el lenguaje del amor mutuo. Las parejas que tienen diferentes lenguajes del amor pueden tener dificultades en lo que respecta a una comunicación eficaz. Comprender el lenguaje del amor de cada uno puede ayudar a restablecer la conexión en la pareja.
  • Tómate un descanso. A veces, tomarse un descanso el uno del otro puede resultar beneficioso. Pasar demasiado tiempo con una pareja puede hacer que una persona se sienta claustrofóbica dentro de una relación. Para algunos, la independencia es una parte crucial de su identidad propia y puede perderse fácilmente en una relación romántica asfixiante. Permitirse un tiempo personal para la autorreflexión y la relajación puede ayudarles a rejuvenecer la energía emocional perdida.
  • Muestra gratitud. Concentrarse sólo en los aspectos negativos de una relación no es saludable. Cuando alguien adquiere el hábito de hacerlo, puede enfocarse demasiado en cuestiones y problemas triviales. Podría ser constructivo restructurar tu perspectiva hacia una que celebre los aspectos positivos a medida que estos surjan. Expresar gratitud por las pequeñas cosas positivas que hace tu pareja puede ayudarte a ver que, después de todo, tu relación vale la pena.
  • Dale a tu pareja el beneficio de la duda. Asumir siempre que las acciones y palabras de tu pareja tienen la intención de dañarte solo conducirá a una mayor angustia. Recuerda las cosas buenas que él o ella ha hecho por ti y por la relación.
  • Deja de lado las críticas. No es necesario que le digas el 99 porciento de las cosas críticas que quieres decirle a tu pareja. Ya las has dicho alguna vez. No hará nada para mejorar tu relación, incluso en casos donde tienes toda la razón.
  • Busca otras amistades y actividades extracurriculares. En lugar de cargar a tu cónyuge con la tarea de satisfacer todas sus necesidades, trata de expandir tu red de apoyo y de intereses externos a la relación; practica algún deporte, encuentra algún pasatiempo. Asimismo, dale a tu pareja espacio para tener amistades externas.
  • Practica el autocuidado. El agotamiento afecta todos los aspectos de tu vida, no sólo tu relación. El estrés crónico puede hacer que te sientas completamente agotado y derrotado. Por esta razón, practicar el autocuidado es sumamente importante. Prioriza mantener una rutina saludable de sueño, ejercicio y dieta para limitar los factores estresantes excesivos. El cuidado personal no es egoísmo; es una responsabilidad que te debes a ti mismo. Esto te permitirá ser tu mejor yo y, como consecuencia, un mejor cónyuge.
  • Asistan a terapia. La terapia de pareja puede ayudarlos a mejorar la comunicación, a reconectarse y a reconocer los valores compartidos. No debes esperar hasta que tu relación esté en serios problemas para buscar ayuda. La terapia de pareja puede ser beneficiosa, pero es mucho más efectiva cuando se implementa en las primeras etapas del conflicto.
  • Cuándo terminar la relación. Lamentablemente, algunas relaciones no están destinadas a resistir el paso del tiempo. Cuando las parejas se dan cuenta de que están atrapadas en un ciclo interminable de discusiones y agotamiento, puede que sea el momento de separarse amistosamente. Ciertas diferencias no siempre pueden pasarse por alto, y si la relación te causa angustia e infelicidad, podrías considerar cortar los lazos. Las relaciones tóxicas a menudo conducen a una mayor agitación emocional, por lo que a veces seguir adelante por caminos distintos es la única opción saludable.

Conclusión

El hastío no aparece de la noche a la mañana. Ocurre como resultado de períodos prolongados de estrés emocional y tensión dentro de una relación. Una persona puede notar que todo esto comienza por temer pasar tiempo o interactuar con su pareja a solas, seguido por buscar cualquier excusa para evitar tener que compartir momentos íntimos con ésta. Con el tiempo, esta culminación de la infelicidad puede hacer que una persona colapse y pierda la energía para mantener la armonía en su relación. Por lo tanto, el hastío en una relación puede parecer debilitante en ocasiones y puede tener un impacto grave en las personas que participan en la relación. Es importante reconocer los signos del hastío en las relaciones y abordarlos responsablemente lo antes posible.

Las relaciones de pareja sin actividad sexual, ¿qué son y cómo sobrellevarlas?

Las parejas pueden dejar de tener sexo por la elección de uno o ambos cónyuges o debido a circunstancias ajenas a su control, como por ejemplo, la distancia física o alguna condición de salud. No es ningún secreto que las relaciones de pareja tienden a perder lustre con el tiempo. Uno o ambos miembros de la pareja pueden tener un deseo sexual bajo y optar por no tener relaciones sexuales con mucha frecuencia o incluso no tenerlas. Otras veces la vida se interpone en el camino: la actividad sexual de una pareja puede verse interrumpida por un embarazo o un nuevo bebé, una carga de trabajo exigente, problemas de salud, orientaciones sexuales mixtas, falta de atracción física, falta de amor o deseo, incompatibilidad en preferencias sexuales, o envejecimiento en general.

Ante esta situación, ¿qué dicen los números? En un estudio publicado en 2018 en Archives of Sexual Behavior, los investigadores encuestaron a casi 18,000 adultos estadounidenses y descubrieron que poco más del 15 porciento de las personas casadas no había tenido relaciones sexuales el año anterior. Es más, el 13,5 porciento no las había tenido en cinco años. Esas cifras tienden a aumentar a medida que la gente envejece. Otro estudio publicado en mayo de 2019 en el Journal of Gerontology encuestó a 1,900 adultos casados de entre 57 y 85 años y encontró que el 40 porciento no había tenido relaciones sexuales el año anterior. Pero estos números, inclusive, pueden que estén lejos de la realidad. A menudo es tabú hablar de sexo o vergonzoso admitir ante los demás que uno está en una relación sin actividad sexual. En mi práctica como psicólogo, de las parejas con las que trabajo en terapia, alrededor del 50 porciento está en relaciones sin actividad sexual.

Ser negligente con las necesidades sexuales de tu pareja puede constituir abuso.

La intimidad sexual es necesaria en toda relación de pareja romántica. El sexo es una necesidad humana. El sexo y la pasión sexual son los elementos principales que determinan la diferencia entre una pareja romántica y una pareja de meros compañeros. Existe una responsabilidad sexual en la relación. Ser negligente con las necesidades sexuales de tu pareja puede constituir abuso. De hecho, el sexo es una de las principales razones por la que las personas eligen tener una relación de pareja. Tener intimidad sexual en una relación es bueno para el vínculo emocional y excelente para la salud y el bienestar físico y psicológico. Dado que el sexo es una forma de actividad física, puede quemar alrededor de 150 calorías por hora. Por lo tanto, una vida sexual saludable puede tener beneficios protectores para el corazón. Un estudio publicado en julio de 2019 en The American Journal of Medicine encontró que los sobrevivientes de ataques cardíacos que tenían relaciones sexuales más de una vez a la semana tenían un 27 porciento menos de probabilidades de morir durante las siguientes dos décadas en comparación con aquellos que no tuvieron relaciones sexuales en absoluto. Investigaciones anteriores demostraron que tener relaciones sexuales dos veces por semana se asociaba con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular en los hombres. La oxitocina, las endorfinas y la dopamina liberadas durante las relaciones sexuales también pueden ayudar a aliviar el estrés y promover un mejor sueño.

Igualmente importante que los beneficios físicos de la intimidad y la gratificación sexual es la recompensa psicológica y emocional. El sexo sano y satisfactorio ayuda a forjar un fuerte vínculo emocional en una relación. Y los beneficios de esa cercanía van mucho más allá del dormitorio. Saber que eres deseado y aceptado te ayuda a sentirte bonita/o, atractiva/o, valioso, seguro de ti y aumenta tu sensación general de bienestar. Por otro lado, el sexo no es sólo una cuestión de “conectarse” con otro cuerpo sino de conectarse y comunicarse con el cuerpo y el alma de otra persona.

El sexo sano y satisfactorio tampoco siempre se trata de una penetración o un orgasmo. La gente pasa por alto el aspecto placentero del sexo. Hay una satisfacción que proviene de sesiones ténues en las que puedes simplemente tocar y explorar. Tener ese tipo de variabilidad y cambiar la rutina es una parte importante del sexo satisfactorio.

A pesar de esto, muchas parejas eligen no tener sexo en sus relaciones de pareja. Veamos algunas de las razones. Comenzamos por definir eso de “pareja sin actividad sexual”. Si bien no existe una definición científica de una relación de pareja «sin actividad sexual» dado que la definición de sexualidad es una sumamente abarcadora, generalmente se considera que esto ocurre cuando una pareja no ha tenido intimidad sexual durante al menos seis meses. Algunos teorizantes afirman que luego de ocho meses de una pareja haber escogido voluntariamente no tener actividad sexual, le será prácticamente imposible reincorporar esta práctica en la relación.

Falta de conexión emocional, impulsos sexuales desiguales, resentimiento, infidelidad, una relación tóxica, niveles elevados de estrés, miedo al embarazo, baja autoestima, depresión, ansiedad, preocupaciones, trauma sexual, disfunción sexual, falta de alegría y placer, egoísmo por parte de uno de los cónyuges, la eyaculación prematura y la falta de variedad pueden provocar inapetencia sexual o aburrimiento entre las sábanas, y todo ello influye en una disminución del deseo sexual.

¿Qué se puede hacer?

  • Si estás en una relación sin sexo y quieres que esto cambie, lo primero que debes preguntarte es: ¿están tú y tu pareja contentos con no tener relaciones sexuales? Si la contestación es “no”, entonces lee los siguientes apartados.
  • Si estás en una relación sin sexo y quieres que esto cambie, los expertos enfatizan la importancia de una comunicación honesta. Muy a menudo, puede surgir presión cuando una pareja se siente incomprendida sobre lo que le ha llevado a experimentar una disminución en el deseo sexual.
  • Si estás en una relación sin sexo y quieres que esto cambie, es importante explorar lo que tu deseo sexual (o la falta de él) dice sobre tu salud física. A veces puede ser necesaria una visita a tu médico para un examen físico. Por supuesto, tienes derecho a decidir si quieres tener relaciones sexuales o no, pero te debes a ti mismo y a tu pareja explorar las razones por las que te sientes así, ya que tener una vida sexual saludable tiene muchos beneficios en lo personal y en el contexto de una relación.
  • Si estás en una relación sin sexo y quieres que esto cambie, explora más y experimenta con sexo saludable. Siempre que las elecciones sexuales sean consensuadas por ambas partes y no impliquen abuso ni angustia, explorar nuevos territorios también puede ser emocionante y liberador.
  • Si estás en una relación sin sexo y quieres que esto cambie, recuerda que la autoestimulación y la masturbación brindan retroalimentación importante. Saber qué te provoca sexualmente te ayudará a guiar a tu pareja a hacer lo mismo: fantasías, juguetes, películas eróticas, entorno físico, juegos previos, etc.
  • Si estás en una relación sin sexo y quieres que esto cambie, siempre se recomienda la terapia de pareja o una visita a un sexólogo si uno o ambos miembros de la pareja no están contentos con el sexo en su relación y no se han sentido exitosos en sus esfuerzos por superar la situación hasta el momento. Cuanto antes busques ayuda, más fácil será abordar y resolver los problemas.
  • Si estás en una relación sin sexo y quieres que esto cambie, es importante comenzar por confrontarte a ti mismo/a acerca de cuál es tu verdadera orientación sexual o identidad de género, y cuál percibes es la de tu pareja, si tu pareja todavía te atrae, si todavía sientes pasión por él o por ella, si realmente te sientes enamorado de él o de ella o si lo que sientes es otro tipo de amor, si posees realmente la disposición de trabajar en la situación y si esperas que la situación cambie en el futuro. Luego de realizar este ejercicio instrospectivo, sincérate con tu pareja y vean a dónde el camino les conduce.
  • Si estás en una relación sin sexo y NO quieres que esto cambie, es momento de renegociar los términos de tu relación. Existen múltiples razones por las cuales muchas personas permanecen en relaciones de pareja con ausencia de actividad sexual. Es importante de que te asegures que tu pareja está en tu misma sintonía. De lo contrario, esta última tendrá unas expectativas irreales de la relación que podrían ser detonantes de múltiples conflictos. La decisión de no tener sexo en la relación no puede ser tomada de forma unilateral. No estás obligado/a a tener sexo con tu pareja, pero si tomas esta decisión, se hace necesario que se lo informes claramente, sin ambages o tapujos, así le darás la oportunidad de consentir o no en algo que podría tener repercusiones serías en su salud física y emocional.

Conclusión

Infortunadamente, el sexo en la relación no es un hecho garantizado. Es un acto mutuamente acordado que realiza una pareja para sentir placer y conexión. Cuando hay una razón física detrás de la falta de relaciones sexuales, como un problema de salud, y ambos cónyuges han acordado que, como resultado, están bien con su ritmo de actividad sexual, pueden ser felices. Después de todo, hay otras formas en que las parejas pueden tener intimidad física, como abrazarse, besarse, tomarse de la mano y frotarse la espalda, por nombrar algunas. La buena salud sexual es mucho más que practicar sexo coital o poder tener una erección. La salud sexual se trata de cómo te ves a ti mismo como un ser sexual, tu capacidad para abrazar y disfrutar tu sexualidad y tu sentido de ser verdaderamente dueño de tus acciones y elecciones sexuales. Hay muchas maneras de ser sexual en una relación sin llegar a realizar un acto de penetración. Habla con tu terapeuta. Podría ayudar.