Probablemente, los padres y las madres darían sus propias vidas a cambio del bienestar de sus hijos e hijas, si fuese necesario. La paternidad y la maternidad tiende a provocar en las personas un sentido de desprendimiento que comúnmente conduce a que ofrezcan su relación de pareja como sacrificio en favor de lo que consideran es el bienestar de sus hijos e hijas. Los padres y las madres erróneamente podrían suponer que la total dedicación y devoción hacia sus hijos e hijas requiere que pongan tanto la relación como su felicidad individual en segundo o tercer plano. Un día podrían despertar y darse cuenta que viven en una relación de pareja vacía y que produce poca o ninguna retribución placentera. Entonces ¿por qué no poner la relación en orden prioritario? Bríndale a tus hijos e hijas la seguridad que proviene de crecer viendo a sus padres y madres en una relación feliz, amorosa y de compromiso. Propónte hoy tener el tipo de relación que tus hijos e hijas deseen tener si en el futuro deciden formar una.