No lloro por ti; no lo mereces. Lloro por mi delirio de que el que eras fue destrozado por la verdad de el que eres.

No lloro por ti; no lo mereces. Lloro por mi delirio de que el que eras fue destrozado por la verdad de el que eres.
Las personas en relaciones duraderas muestran ocuparse de las necesidades mutuas, de prestar atención a los detalles y de expresar gratitud y compasión continuamente.