Marca todas las que le apliquen a tu relación
- No me siento o no nos sentimos físicamente o emocionalmente seguros.
- No me siento o no nos sentimos libres de expresar nuestro propio yo sin preocuparnos cómo reaccionará la otra persona.
- Nos criticamos continuamente.
- No me siento o no nos sentimos que podemos ser nuestro propio yo sin tener que limitar con quien nos relacionamos, en las actividades que nos involucramos o los sueños que perseguimos.
- No me siento o no nos sentimos que nos apreciamos y nos respetamos.
- No creo o no creemos que podemos ser feliz en la relación si ésta permanece de la forma en que está ahora.
- Nos vemos como antagonistas.
- Continuamente estamos a la defensiva.
- Mantengo o mantenemos secretos.
- Vivo o vivimos vidas separadas.
- Siento o sentimos que todo se arreglará si la otra persona cambia.
- Nuestra vida sexual ha cambiado significativamente y ya no es satisfactoria.
- Ya no hablamos o cuando hablamos es en términos negativos.
- Discutimos sobre las mismas cosas una y otra vez.
Si marcaste alguna de las anteriores, puede ser momento de considerar la terapia de parejas. Esta podría ser una decisión difícil, pero también lo es vivir en una relación que no te produce satisfacciones. Tú mereces más. Mereces amor, respeto y aprecio. Si junto a tu pareja toman la decisión de recuperar su relación y tomar terapia de parejas, es vital que se aseguren de escoger un buen recurso.