Me gusta la gente desordenada; personas que no encajan en modelos preestablecidos o permanecen entre líneas, pero cuya integridad es mayor que cualquier libro de reglas y cuya lealtad es más fuerte que la sangre.

Me gusta la gente desordenada; personas que no encajan en modelos preestablecidos o permanecen entre líneas, pero cuya integridad es mayor que cualquier libro de reglas y cuya lealtad es más fuerte que la sangre.
En lugar de gastar dinero en cosas, intenta invertir en ti mismo, tus experiencias y tus relaciones… La verdadera felicidad radica en las cosas que hacemos, no en las cosas que poseemos.