A pesar de que pasadas investigaciones en este tema sugieren consistentemente que las relaciones se vuelven menos positivas con el tiempo, y que las esposas, sobre todo, generalmente no son tan felices como sus parejas, una investigación publicada en la revista Social Networks and the Life Course, dirigida por Paul Amato, encontró que la felicidad y las actividades compartidas (como cenar juntos y trabajar juntos en proyectos de la casa) disminuyen gradualmente durante los primeros 20 años de matrimonio y luego se estabilizan. Sin embargo, después de 25 años de matrimonio, las parejas informaron que pasaban más tiempo juntas, y para el año 40, pasaban tanto tiempo juntas como en el primer año maravilloso de relación. Los investigadores también encontraron que los informes de problemas maritales disminuyeron continuamente durante el período de estudio.
Los autores del estudio señalan que ‘los cónyuges se desilusionan a medida que aprenden más el uno del otro, el conflicto emerge inevitablemente y pasa factura a las relaciones, los cónyuges se vuelven cada vez más diferentes con el tiempo y se separan, y los eventos estresantes y demandas sociales se acumulan sobre el curso de vida. El aburrimiento, en lugar de la miseria producto del sufrimiento, caracteriza a muchos matrimonios inestables. En estos casos, la infidelidad es a menudo el desenlace que lleva a un cónyuge a abandonar la relación. En contraste, cuando las parejas permanecen juntas en tiempos difíciles, se mantienen fieles y trabajan activamente para resolver sus conflictos, los resultados positivos a largo plazo (aunque no están garantizados) son comunes. Nuestra investigación muestra que los resultados positivos para las parejas en una relación a largo plazo son la norma. Al contrario de lo que mucha gente piensa, la calidad marital no declina inevitablemente, sino que tiende a mantenerse alta o incluso mejorar a lo largo de las décadas. Este conocimiento debería alentar a la mayoría de las parejas a mirar hacia el futuro con cierto grado de optimismo’.
El sexo y la felicidad
Existe amplia evidencia que le dan apoyo al valor de una vida sexual satisfactoria en una relación de pareja, esto sin mencionar a la felicidad individual de cada cónyuge. Más recientemente, los investigadores han encontrado que los niveles de felicidad de las personas aumentan en los días posteriores a tener alguna actividad sexual con su pareja.