No puedes verter de una taza vacía. Cuida de ti misma primero.

No puedes verter de una taza vacía. Cuida de ti misma primero.
Rodéate de los soñadores y los hacedores, de los que creen y los pensadores, pero sobre todo, rodéate de quienes ven la grandeza dentro de ti, incluso cuando no la ves tú mismo.