Estadísticas sexuales | Parte II

¿Cuántas parejas sexuales has tenido?

¿Cuál es tu número? De acuerdo con National Center for Health Statistics, según una encuesta realizada entre adultos de 20 a 59 años, las mujeres tienen un promedio de cuatro parejas sexuales estables durante su vida; los hombres tienen un promedio de siete.  Estas estadísticas no indican el número de personas con la que se ha tenido sexo casual.

¿Recibes beneficios marginales o complementarios?

De acuerdo con Wayne State University and Michigan State University, dos tercios de los estudiantes universitarios han tenido una relación de «amigos con beneficios», citando la falta de compromiso como la principal ventaja de tal acuerdo. Más de la mitad de los que tuvieron relaciones sexuales con un amigo dijeron que habían practicado todas las variantes de actividad sexual; el 23 porciento dijo que sólo tuvo relaciones sexuales, mientras que el 8 porciento dijo que hizo de todo menos tener relaciones sexuales o coito.

El “coaching” vs. terapia de parejas

 

Cada vez más personas recurren a la terapia psicológica como una forma de cuidar la salud emocional y mental.  El mayor acceso a los servicios de terapia psicológica que se vive hoy día está ayudando a reducir el estigma que solía existir hacia las personas que solicitaban este tipo de asistencia.

La terapia de pareja es una modalidad terapéutica que se centra en mejorar las relaciones románticas. Al igual que la terapia individual, existen muchas ideologías y escuelas de pensamiento diferentes sobre cómo abordar los problemas de relación, pero el objetivo final de la terapia de pareja es siempre el mismo: mejorar la relación romántica y fomentar una mayor cercanía emocional en la pareja. Sin embargo, la terapia de pareja a menudo conlleva más estigma  que la terapia individual. En el pasado –e incluso hoy en día– a las parejas les preocupa que acudir a un psicólogo significaría admitir la derrota o incluso el fracaso en una relación. Pero esto no podría estar más lejos de la verdad. Ir a terapia es una inversión en su relación que demuestra que no va a claudicar cuando las cosas se pongan difíciles.

La terapia de pareja requiere que usted y su pareja busquen un psicólogo o terapeuta licenciado cercano y se reúnan con él periódicamente. No existe una receta general sobre cuánto tiempo les tomará a usted y a su pareja resolver sus problemas como pareja, por lo que la terapia podría durar algunas semanas, meses o incluso años. La terapia de pareja puede ser costosa para la mayoría de las personas, y no hay forma de evitarlo. A menudo, el seguro médico no cubre estos servicios y puede suponer un costo importante para muchos presupuestos.

Por otro lado, el «coaching» de relaciones se centra en soluciones inmediatas en lugar de diagnosticar y buscar la raíz de los problemas, señalando que a veces las parejas sólo necesitan soluciones inmediatas y no una comprensión completa de por qué surgieron estos conflictos. El «coaching» de relaciones no se considera «servicio de salud mental», por lo que no es necesario que un «coach» de relaciones tenga una licencia para practicar la psicoterapia. Si bien la terapia de pareja tiene sus raíces en la psicología, el «coaching» de relaciones se basa en modelos de crecimiento personal y «coaching» para el éxito. El «coaching» ayuda a alinearlo a usted y a su pareja como un equipo que trabaja hacia un objetivo. El «coaching» de relaciones puede realizarse con un terapeuta tradicional, pero a menudo es alguien que ha pasado por una formación de «coach» de relaciones en lugar de una formación en psicología. La terapia de pareja a menudo se basa en un enfoque más orientado a objetivos a largo plazo. El «coaching» de relaciones elimina algunas de las barreras de la terapia tradicional, ya que normalmente es más barato y conlleva menos tiempo. A pesar de ello, no es la solución para las parejas que tienen problemas profundos en su relación que necesitan ser evaluados y analizados para que la relación mejore.

Al final, la mayor diferencia entre el «coaching» de relaciones y la terapia de pareja es que un «coach» de relaciones se centraría únicamente en ayudarle a mejorar su relación y alcanzar sus objetivos inmediatos; los «coach» de relaciones no practican desde una perspectiva de salud mental.

Relación con el proceso de terapia

  • El coaching suele centrarse en metas específicas, concretas y de corto o mediano plazo (mejorar la comunicación en ciertas áreas, tomar decisiones prácticas, alcanzar objetivos personales o profesionales), con un enfoque más orientado a la acción y al rendimiento.
  • La terapia de pareja se enfoca en la calidad del vínculo, en los patrones de interacción, en la historia de la relación y en las emociones que circulan entre ambos, buscando cambios profundos en la manera en que la pareja se relaciona.
  • Un proceso terapéutico (individual o de pareja) explora no solo lo que se hace, sino también el porqué: creencias, experiencias pasadas, heridas emocionales, estilos de apego y mecanismos de defensa que sostienen los problemas actuales.
  • En el coaching, el énfasis suele estar en herramientas, estrategias y planes de acción; se parte de la idea de que la persona o la pareja ya están, en general, funcionando adecuadamente y quieren optimizar o potenciar ciertos aspectos.
  • En la terapia de pareja, el foco está con frecuencia en aliviar el malestar, disminuir el conflicto, reparar daños emocionales y reconstruir la confianza, además de desarrollar habilidades nuevas para el futuro.
  • El proceso terapéutico tiene un encuadre clínico: implica evaluación, diagnóstico (cuando es pertinente), manejo de síntomas y consideración de factores como salud mental, trauma, violencia, adicciones u otros riesgos.
  • El coaching de pareja puede ser útil cuando no hay problemas clínicos graves ni violencia, y la relación busca afinar proyectos, mejorar la coordinación o fortalecerse preventivamente.
  • La terapia de pareja es más adecuada cuando existen conflictos recurrentes, sufrimiento emocional significativo, crisis de confianza, dudas sobre la continuidad de la relación o impacto en la salud mental de uno o ambos miembros.
  • Un proceso terapéutico reconoce que el cambio profundo lleva tiempo, implica ir y venir, retrocesos y avances; no se limita a “tips” o consejos, sino que busca transformar la manera de pensar, sentir y vincularse.
  • Mientras el coaching suele ser más estructurado en objetivos y tareas, la terapia se permite explorar lo inesperado, lo inconsciente, lo no dicho, ofreciendo un espacio más amplio para la complejidad humana.
  • En resumen, coaching y terapia de pareja pueden ser complementarios, pero no son lo mismo: el coaching optimiza la consecución de metas; la terapia aborda el sufrimiento y la estructura profunda de la relación; el proceso terapéutico en sentido amplio integra evaluación, diagnóstico, tratamiento y seguimiento para promover cambios sostenibles en el tiempo, tanto en el “yo” como en el “nosotros”.