No basta con hacer el bien, hay que hacerlo bien.

No basta con hacer el bien, hay que hacerlo bien.
Mi pensamiento es una hoja tierna que se mece en todas direcciones y encuentra placer en su balanceo. Tu pensamiento es un dogma antiguo que no puede cambiarte ni tú puedes cambiarlo. Mi pensamiento es nuevo, y me pone a prueba, y yo lo pongo a prueba mañana y tarde. Tú tienes tu pensamiento y yo tengo el mío.