Cuando pares de esperar que las personas sean perfectas, entonces te podrán gustar por quienes realmente son.

Cuando pares de esperar que las personas sean perfectas, entonces te podrán gustar por quienes realmente son.
Bueno, me parece que las mejores relaciones –aquellas que perduran– son frecuentemente aquellas que están enraizadas en la amistad. ¿Sabes? Un día miras a la persona y ves algo más que lo que viste la noche anterior. Como si un interruptor se hubiese movido en alguna parte. Y la persona que era solo un amigo, es de repente la única persona con quien te puedes imaginar.