– Bell Hooks

La cultura del dominador nos enseña que la médula de nuestra identidad es definida por el deseo de dominar y controlar a otros.  Nos enseñan que este deseo de dominar está biológicamente más alambrado en los hombres que en las mujeres.  En realidad, la cultura del dominador nos enseña que todos somos asesinos por naturaleza, pero que los hombres son más propensos a jugar el rol del depredador.  En el modelo del dominador, la búsqueda de poder externo, la habilidad de manipular y controlar a otros, es lo que más importa.  Cuando la cultura se basa en el modelo del dominador, no solamente será violenta, sino que enmarcará todas las relaciones como unas de luchas de poder.