Si inviertes tu tiempo deseando que alguien sufra las consecuencias por lo que le hizo a tu corazón, entonces le estás permitiendo que te hiera por segunda ocasión en tu mente.

Si inviertes tu tiempo deseando que alguien sufra las consecuencias por lo que le hizo a tu corazón, entonces le estás permitiendo que te hiera por segunda ocasión en tu mente.

La manera de empezar es dejar de hablar y comenzar a hacerlo.
