Cuando batallas con tu pareja, estás batallando contigo mismo. Cada falla que vez en ella toca una negada debilidad en ti mismo.

Cuando batallas con tu pareja, estás batallando contigo mismo. Cada falla que vez en ella toca una negada debilidad en ti mismo.

No tengo el derecho de decir o hacer algo que disminuya a un hombre en sus propios ojos. Lo que importa no es lo que yo piense de él, sino lo que él piense de él mismo. Herir a un hombre en su dignidad es un crimen.
