El humor juega un rol importante en el proceso de selección de pareja. Esto es debido a que el humor cumple con varias funciones evolutivas: primero, funciona como indicador de calidad genética ya que requiere inteligencia y buenas destrezas verbales; segundo, es un indicador de interés hacia la persona que lo produce cuando es recibido con una risa genuina; tercero, es señal de compatibilidad toda vez que las bromas requieren que los interlocutores compartan valores, actitudes y trasfondo similares. Además, las parejas con sentido del humor similar tienden a permanecer juntas.