– Iain Reid

Creo que lo que quiero es que alguien me conozca.  Que realmente me conozca.  Que me conozca mejor que cualquier otra persona y, quizás, mejor que yo mismo. ¿No es esa la razón por la cual te comprometes con alguien?  No es por el sexo.  Si fuese por el sexo, no nos casaríamos con una persona.  Simplemente continuaríamos buscando parejas sexuales.  Nos comprometemos por varias razones, yo sé, pero mientras más pienso acerca de eso, más me convenzo de que las relaciones a largo plazo existen para conocer a alguien profundamente.  Deseo a alguien que me conozca, que realmente me conozca, casi tanto como si estuviera dentro de mi cabeza. ¿Cómo se sentiría eso, tener acceso, conocer cómo son las cosas dentro de la cabeza de alguien más, depender de alguien y que esa persona dependa de ti?  No es una conexión biológica como la que existe entre padres e hijos.  Este tipo de relación es escogida.  Sería algo más agradable, más difícil de lograr que una construida sobre unas bases biológicas y genéticas.  Así es.  Tal vez, así es como sabemos cuando una relación es real.  Cuando alguien previamente no conectado a nosotros nos conoce en formas que nunca pensamos o creímos posible.