Es desconcertante darse cuenta lo poco que le tienes que decir a alguien que una vez ocupó un lugar de prominencia en tu cama.

Es desconcertante darse cuenta lo poco que le tienes que decir a alguien que una vez ocupó un lugar de prominencia en tu cama.
Puede usted creer lo que guste. Lo único que yo le digo es que haría bien en comprobarlo.