Es fácil mirar a las personas y hacer juicios rápidos sobre ellas, su presente y su pasado, pero te sorprendería el dolor y las lágrimas que una sonrisa puede ocultar. Lo que una persona le muestra al mundo es sólo una pequeña porción del témpano que se oculta a la vista. Y más frecuentemente de lo que pensamos, está marcada con grietas y cicatrices que se extienden hasta los cimientos de su alma. Nunca juzgues, aprende a respetar y reconocer los sentimientos del otro.
Por: Ruth Bader Ginsburg
En todo buen matrimonio, a veces ayuda ser un poco sordo. He seguido ese consejo asíduamente, no solamente en casa a través de 56 años de una relación marital sin igual. Lo he empleado también en cada lugar donde he trabajado, incluyendo la Corte Suprema. Cuando palabras desconsideradas o desagradables son dichas, es mejor desconectarse. Reaccionar con coraje o molestia no avanzará nuestra habilidad de persuadir.