Siempre he querido darte el mundo, así que comencé por darte pedazos de los océanos que nos mantienen separados.

Siempre he querido darte el mundo, así que comencé por darte pedazos de los océanos que nos mantienen separados.

Recuerde, sin embargo, que el objetivo principal de la terapia de pareja es el bienestar de la relación. Desde la perspectiva del terapeuta, la pareja es el cliente y no los cónyuges individuales. La confidencialidad, en este contexto, significa que ninguna información recibida de cualquiera de los cónyuges individualmente será revelada a terceros (a menos que lo exija la ley o con su permiso mutuo por escrito), pero sí le puede ser revelada al cónyuge que no estuvo presente en la sesión individual. Comúnmente, se utiliza una «política de no secretos». Esta política permite al terapeuta, a su discreción, revelar información privada compartida en sesiones individuales a su pareja durante una sesión conjunta. Los terapeutas están capacitados para usar su buen juicio antes de revelar información y, a menudo, primero explorarán formas de ayudarle a usted mismo/a a encontrar su propia manera de compartir información difícil con su pareja.

Muy profundo, donde su corazón se escondía, estrangulado por las ramas espinosas de la culpa, la rabia, el miedo y la añoranza, allí descansa algo profundo en él, algo que él no podía ver, pero que ella sí podía.

Corazones rotos, ustedes podrán correr, podrán esconderse y, tal vez, la tierra sea tan grande para que crean que están a salvo. Así que tal vez por un momento hayan escapado, pero escúchenme, escuchénme bien. El amor los encontrará y no dejará nada atrás.

Tengo que descubrir por qué he trabajado por años en un trabajo que odio. Tengo que descubrir por qué no puedo ver lo que los demás ven en mí. No me siento bonita. Cuando me veo en el espejo, nunca veo belleza. Que algo así le pase a alguien como yo es devastador […]. No quiero que pienses que es vanidad porque no lo es. No me puedo ver y necesito poder hacerlo. Necesito descubrir qué soy y lo que quiero. Necesito estar cómoda en mi propia piel antes de estar en una relación contigo de la forma que tú deseas.

En la Edad Media, la gente tenía cierta mala reputación en materia de limpieza, especialmente entre los campesinos.
Comenzamos por mencionar que en la Edad Media no había cepillos de dientes, perfumes, desodorantes, y mucho menos papel higiénico como lo conocemos hoy día. De hecho, se dice que al visitar el Palacio de Versalles en París, se observa que el exuberante palacio no tiene baños. En la época en cuestión los excrementos humanos eran lanzados por las ventanas del palacio. En un día de fiesta, la cocina del palacio podía preparar un banquete para 1500 personas, sin la más mínima higiene como la conocemos hoy día.
En cuanto a ese asunto de la higiene, en las películas actuales notamos a las personas de esa época sacudirse o abanicarse, o, por lo menos, así son reseñadas. La explicación no está en el calor, se entiende que era debido al mal olor que emitían. En ese sentido tampoco era costumbre ducharse debido al frío y la casi inexistencia de alcantarillado y de agua corriente en muchas regiones. Solo los nobles tenían lacayos para abanicarlos, para disipar el mal olor que exhalaban el cuerpo y la boca, además de ahuyentar a los insectos. Quienes han estado en Versalles han admirado los enormes y hermosos jardines que, en ese momento, no solo se contemplaban, sino que se usaban como retrete en las famosas baladas promovidas por la monarquía, porque no había baños.
En aquel entonces los baños se tomaban en una sola bañera enorme llena de agua caliente. El jefe de la familia tenía el privilegio del primer baño en agua limpia. Luego, sin cambiar el agua, llegaban los demás en la casa, en orden de edad, mujeres, también por edad y, finalmente, niños. Los bebés eran los últimos en bañarse.
Más allá del efecto que la falta de higiene podía tener en la sexualidad, lo cual será objeto de un blog futuro, en la Edad Media, la mayoría de las bodas se realizaban en junio. La razón es simple: se entiende que el primer baño del año se tomaba en mayo; así que en junio, el olor de la gente todavía era tolerable. Sin embargo, como algunos olores ya comenzaban a molestar, las novias llevaban ramos de flores cerca de sus cuerpos para cubrir el hedor. De ahí la explicación del origen del ramo de novia.

La gente olvidará lo que dijiste, la gente olvidará lo que haces, pero nunca olvidará como la hiciste sentir.

Compromiso es otro nombre para la relación.

No puedes tomar prestada la mitad de quien eres de alguien más, aún así las personas tratan de hacerlo todo el tiempo, ¡y a eso le llaman relación!
