Las cualidades que las parejas pueden fortalecer o adquirir para salvar o mejorar la relación incluyen: estilos de comunicación efectivos, expectativas realistas de la relación y del cónyuge, actitudes compatibles en cuanto a creencias y asuntos importantes, y un alto grado de compromiso personal con la relación. Las parejas que se plantean una relación a largo plazo hacen un compromiso dual: el primero, por supuesto, es con cada uno; el segundo es con la relación. Pregúntate hoy: ¿de qué forma demuestro a diario mi compromiso con mi pareja? ¿De qué foma demuestro a diario mi compromiso con la relación? ¿Es suficiente? ¿Puedo hacer más? ¿Estoy dispuesto a hacerlo?