Las emociones tienen un efecto en la salud, especialmente cuando son negativas. En ese sentido, Robert Levenson, de University of California, realizó un estudio publicado en la revista Emotion, que concluyó que los esposos –especialmente los hombres– que reaccionaban con coraje durante las discusiones acaloradas, eran más propensos a sufrir de problemas cardíacos, como por ejemplo, problemas de alta presión y dolor de pecho. Los esposos que evadían las discusiones eran más propensos a desarrollar problemas musculares, como dolor de espalda o cuello. El Dr. Levenson concluyó que «Las personas en malas relaciones con frecuencia son poco saludables».