Se recomienda que las parejas no esperen a estar en crisis para asistir a terapia. Las parejas podrían considerar asistir al psicólogo incluso mucho antes de pensar que lo necesiten. La mayoría de los expertos creemos que la terapia puede ser una parte importante de la relación. Muchos de los conflictos en la pareja comienzan pequeños y crecen en tamaño cuando no son resueltos. Aquí es donde la terapia puede ayudar. En el consultorio se le provee a las parejas técnicas y herramientas que les asisten en la resolución de conflictos.
Relación con el proceso de terapia
- Es un buen momento para asistir a terapia de pareja cuando los conflictos comienzan a repetirse con frecuencia y la pareja siente que, por sí sola, ya no logra resolverlos.
- Cuando la comunicación se ha deteriorado (silencios prolongados, discusiones constantes, críticas, indiferencia) y ambos perciben que “ya no nos entendemos”.
- Antes de que la relación llegue a una crisis grave: la terapia es más efectiva cuando se busca ayuda temprano, y no solo cuando se está al borde de la ruptura.
- Cuando han ocurrido eventos que han sacudido la confianza o la estabilidad del vínculo (infidelidad, mentiras, pérdida de empleo, enfermedad, cambios importantes en la vida familiar).
- Si uno o ambos sienten que el cariño, la complicidad o la vida sexual se han enfriado, pero todavía existe deseo de recuperar la conexión y no rendirse con la relación.
- Al atravesar transiciones importantes (convivencia, matrimonio, llegada de hijos, jubilación, migración) que generan tensión y para las que la pareja siente que necesita apoyo.
- Cuando uno de los miembros propone buscar ayuda profesional y el otro, aunque tenga dudas, está dispuesto a explorar la posibilidad de mejorar la relación.
- Incluso cuando “no hay un gran problema”, pero la pareja desea fortalecer su vínculo, mejorar habilidades de comunicación y prevenir dificultades futuras, la terapia puede ser una opción valiosa.
