El coraje funciona. Puede ser extremadamente satisfactorio a corto plazo. Te puede distraer del dolor y sentimientos amenazantes. Podrías usar el coraje para provocar miedo y ansiedad en otros. Tal coraje hace que otros se sientan amenazados, permitiéndote mayor control sobre ellos. Pero dirigir de forma regular el coraje hacia alguien probablemente lo hará menos comprensivo. Al final, esa persona se retirará completamente, dejándote en una sensación de aislamiento.