¡No asumas nada! ¡No llegues a conclusiones! La lectura de mente sugiere un proceso de comunicación defectuoso que terminará por dañar tu relación. Siempre pregúntale a tu pareja por qué hace lo que hace o hizo lo que hizo. Cuida la forma en que haces el acercamiento. Escoge el momento adecuado. Aprende a regular tus emociones. Recuerda siempre tratar a tu pareja con reverencia y hacer que prevalezca el respeto. No olvides que la sal y el azúcar a simple vista lucen iguales.
Una vez superada la etapa inicial, donde el complacer a la pareja en todo tiende a ser la prioridad de cada uno de los cónyuges, la relación va a ser sostenida por los acuerdos que se asuman y por cómo estos son respetados a lo largo de la misma. Con esto en mente, es necesario cultivar destrezas de comunicación efectivas para conocer las expectativas de tu pareja y hacer saber claramente las tuyas. Esto conducirá a una negociación que culminará en un acuerdo que debe ser honrado por ambos en todo momento.