¿Cómo se puede aprender a confiar?

Luego de varias experiencias negativas, me siento que no puedo confiar en nadie. Debido a muchas situaciones a lo largo de mi vida, no veo cómo se puede confiar otra vez en alguien.  Como el resto de la humanidad siempre tendré el deseo de querer estar cerca de alguien, pero al no poder confiar en nadie no veo cómo eso será posible alguna vez. ¿Cómo se puede aprender a confiar?

Respuesta del Psicólogo

La confianza puede ser una de las partes más importantes de una relación; la falta de confianza también puede ser la más dañina. Tu dificultad para confiar en los demás no es tan infrecuente.  De hecho, recientemente contesté una pregunta muy similar a la tuya. Esta dificultad para confiar en los demás puede desarrollarse por muchas razones. Las razones más comunes para esto incluyen experiencias negativas previas en relaciones que han ayudado al individuo a desarrollar temores de ser lastimado o simplemente reforzaron temores que ya existían. Sabemos que la confianza comienza muy temprano para todos nosotros, cuando somos bebés y dependemos de nuestros cuidadores para alimentarnos, protegernos y consolarnos. A veces, nos apegamos demasiado al padre del mismo sexo y nunca desarrollamos el vínculo de confianza con otras personas del sexo opuesto. Cuando quienes nos rodean no nos cuidan adecuadamente, nuestra confianza en los demás puede verse afectada en el futuro. No aprender a confiar puede provocar un distanciamiento emocional en las relaciones cercanas. La buena noticia es que incluso si no experimentamos confianza en una etapa temprana de la vida, podemos aprender a hacerlo nuevamente.

Comienza por comprender que es innato en todos nosotros confiar y apegarnos a otras personas. A pesar de haber sido herido en relaciones anteriores, creo que esta necesidad persiste. Sin embargo, nos coloca en esa situación de querer confiar en las personas, pero tener miedo de hacerlo realidad. Queremos estar cerca e íntimos, pero tenemos miedo de hacer algo al respecto. Reconocer que necesitamos confiar en los demás genera sentimientos incómodos de vulnerabilidad. Ser vulnerables es un lugar muy difícil para nosotros. Algunos de nosotros preferiríamos estar seguros que sentirnos vulnerables. Veo en mi práctica que muchas personas se acostumbran a vivir en desconfianza, sacrificando la felicidad y el apego.

Creo que tenemos que estar dispuestos a arriesgarnos para seguir adelante. Una realidad difícil de afrontar es que podríamos volver a ser heridos. Es necesario aceptar que en la vida no hay garantías. Muchos de nosotros tenemos que aprender que, aunque el dolor es grande cuando nos lastiman, no nos matará. Será difícil, pero no moriremos. Realmente tenemos que creer que sobreviviremos al final de una relación y que estaremos bien.

Considera la siguiente guía:

Toma tu tiempo. Después de haber sido heridos y pasar por una pérdida necesitamos tiempo para recuperarnos psicológicamente. Necesitamos distancia y tiempo para sanar, poner las cosas en perspectiva y llorar. A menudo nos golpean repentinamente sentimientos de soledad y la tentación de volver a entablar una relación con esa persona o alguien nuevo puede ser abrumadora. Necesitamos tiempo para estar solteros, con nosotros mismos y solos. Este suele ser un período de tiempo considerable en el que crecemos enormemente. Permítete el privilegio de ese crecimiento.

Sé selectivo. Toma decisiones más saludables sobre con quién eliges ser vulnerable. Necesitamos reflexionar realmente sobre las situaciones en las que nos colocamos y decidir si son las mejores. Para muchas parejas con las que trabajo en las que una persona ha sido infiel, la pareja a menudo necesita espacio para sanar y luego sentirse segura con la otra persona antes de que puedan siquiera comenzar a hablar sobre reconstruir la confianza. Si no puede regresar a una situación que le permita sentirse seguro, a menudo recomiendo no regresar.

Sé asertivo. Finalmente, cuando estés en una nueva relación, ten la disposición de hablar sobre tus reservas y temores. Sé asertivo acerca de sus expectativas y pon tus pensamientos sobre la mesa para que ambos tengan la oportunidad de intentar resolverlos. Aquí es donde podrás practicar cómo ser vulnerable con la persona adecuada. Lo creas o no, la confianza puede desarrollarse al compartir y ser vulnerable con los demás.

Qué todo salga bien.

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Por favor, lea nuestro Relevo de Responsabilidad.

La confianza como reto

Soy un hombre de 35 años de edad. La situación es que no puedo confiar en nadie. A través de mi vida he tenido muchas experiencias y no considero que se pueda confiar en las personas. He visto continuamente que la gente tiende a utilizar a los demás. Una vez han obtenido lo que desean, las echan a un lado. A pesar de esto, como todo el mundo, me gustaría poder sentirme cercano a alguien, poder tener una relación adecuada, pero como se me hace difícil confiar en los demás, no veo cómo esto pueda ser posible. Esta situación me provoca una gran ansiedad y desesperanza en el futuro. Me pregunto cómo puedo confiar en los demás sin tener que pasar por una decepción nuevamente y el sufrimiento que esto conlleva.

Respuesta del Psicólogo

El no poder confiar podría conllevar el distanciamiento emocional y, en ocasiones, físico. La confianza entonces se convierte en, tal vez, el aspecto más importante en las relaciones de pareja. La inhabilidad para confiar resulta ser dañino para la salud de una relación. Este elemento en las relaciones es uno de los más frágiles debido a que es de difícil construcción, pero de fácil rompimiento. Es por eso que la tendencia a desconfiar es algo relativamente común entre las personas. Las razones más frecuentemente citadas son experiencias negativas previas que las han conducido a la decepción por entender que fueron traicionadas en la confianza que alguna vez depositaron en alguien. Pero no siempre la inhabilidad para confiar se relaciona con este tipo de experiencia negativa, en ocasiones, su origen se remonta al tipo de vínculo que tuvimos con nuestros padres, madres o cuidadores. El que las personas a nuestro alrededor fallaran en cuidarnos adecuadamente mientras éramos infantes, o de fomentar una relación de apego saludable, podría impactar nuestra confianza en los demás más tarde en la vida. Por supuesto, existen otros factores, e incluso, podría darse una combinación de estos.

Sin embargo, la buena noticia es que a pesar de todo esto, es posible reaprender a confiar. El habernos sentido traicionados en el pasado puede llevarnos a experimentar sentimientos opuestos, como el querer confiar, pero al mismo tiempo alejarnos para sentirnos seguros y no vulnerables. Lo importante es entender que la necesidad de confiar y de sentirnos cercanos a los demás está en todos nosotros y nosotras. Es importante reconocer lo anterior y adueñarnos de ese sentimiento. Es importante no conformarnos con sacrificar nuestra felicidad y vivir en soledad en función de una aparente seguridad de que no vamos a ser heridos. Es importante también tener la disposición de tomar riesgos y salir del pasado. Ciertamente, podríamos ser dañados nuevamente, pero el daño podría ser más a consecuencia de haber creado unos apegos pocos saludables y una relación de codependencia, más que por la traición en sí. Debemos siempre recordar que todo aquello que no nos mate, nos hará más fuerte.

Así que permítete el privilegio de crecer, toma tu tiempo antes de confiar plenamente en alguien, y ten la disposición de hablar acerca de tus reservas, miedos, y expectativas. Para muchas de las parejas con quienes trabajo, y donde uno de los cónyuges ha sido víctima de infidelidad, esa persona comúnmente necesita espacio para sanar y sentirse segura nuevamente con su pareja antes de tan siquiera comenzar un diálogo sobre la reconstrucción de la confianza.

Por favor, lea nuestro Relevo de Responsabilidad.