Si no estás segura/o de si comenzar terapia de parejas, puedes utilizar
este instrumento para evaluar tu caso o calendarizar una cita de consulta y dialogar el asunto con el psicólogo. Este tipo de consulta comúnmente dura una hora y se recomienda que asistan ambos cónyuges.
Relación con el proceso terapéutico
- Una consulta inicial permite aclarar dudas sobre el proceso de terapia de pareja, la metodología del terapeuta y lo que se puede esperar de las sesiones, evitando falsas expectativas.
- Ofrece un espacio para que cada miembro de la pareja exprese sus motivos para buscar ayuda, identificando si ambos están mínimamente alineados en sus objetivos o si existen agendas ocultas.
- Permite al terapeuta realizar una evaluación preliminar de la situación (tipo de conflicto, nivel de riesgo, presencia de violencia, infidelidades, separaciones en curso) y proponer el formato de intervención más adecuado.
- La consulta previa ayuda a determinar si la terapia de pareja es el recurso indicado en este momento, o si es necesario, además, un proceso individual, asesoría legal u otros apoyos complementarios.
- Brinda a la pareja la oportunidad de valorar si se sienten cómodos con el estilo profesional y la forma de trabajo del terapeuta, aspecto fundamental para construir confianza y alianza terapéutica.
- En esta cita se pueden revisar aspectos prácticos (honorarios, frecuencia de las sesiones, normas de cancelación, confidencialidad), de modo que el proceso formal inicie con claridad y acuerdos establecidos.
- Una consulta inicial permite definir objetivos terapéuticos realistas y compartidos, lo que aumenta la sensación de dirección y propósito cuando la terapia de pareja comience.
- También puede servir como un primer momento de reflexión guiada, donde la pareja toma conciencia de la gravedad o cronicidad de sus conflictos y de la importancia de intervenir de manera temprana y estructurada.
