El balance entre la vida profesional y las relaciones de pareja

Dicen que sólo puedes amar tu carrera o tu cónyuge; no a ambos. O uno eventualmente te dejará. Algunas personas creen fielmente en esta afirmación.

Cuando se forma una nueva relación, tanto hombres como mujeres tienen que asumir nuevas responsabilidades sin dejar de cumplir con las antiguas. Entonces, ¿las relaciones de pareja afectan la vida profesional?

Socioculturalmente, se espera que las mujeres estén más disponibles en los hogares y realicen solas las tareas domésticas, como cocinar, limpiar, lavar la ropa, etc. De manera similar, se espera que los hombres ganen más dinero después de entrar en una relación de pareja. Esto contrasta con el hecho de que una nueva relación necesita atención y esfuerzo por parte de ambas partes, pero a veces, esto puede llegar a ser demasiado difícil de manejar.

Encontrar un equilibrio entre el trabajo y la relación es un desafío crítico que enfrentan muchas parejas. En el mundo acelerado de hoy, donde las demandas profesionales pueden consumirlo todo, mantener este equilibrio es esencial para una relación sana y feliz. Al mismo tiempo, la presión por tener éxito profesional a menudo lleva a las personas a pasar muchas horas en el trabajo, dejando poco tiempo para sus parejas. Este desequilibrio puede provocar sentimientos de abandono y soledad en la relación. Es crucial reconocer que si bien las carreras son importantes, no deben realizarse a expensas de la salud conyugal.

Si tu carrera está antes que tu cónyuge, es probable que tu relación lo refleje. Es posible que estés más enamorado de tu trabajo que de tu pareja. O al menos eso es lo que podría parecer en algunos casos. Puede que te lleves trabajo a casa los fines de semana, o trabajes de 10 a 12 horas al día o más, y regreses a casa agotado y con poco tiempo para tu cónyuge. Entonces quizás te preguntes el porqué ustedes dos no parecen llevarse bien.

Definitivamente, uno de los desafíos para los cónyuges es encontrar suficiente tiempo para hacerlo todo. Muchos dicen que se sienten apurados y más de la mitad dicen que tienen dificultades para equilibrar las responsabilidades de su trabajo y su vida sentimental. Si bien dividen su tiempo de manera diferente (los hombres se concentran un poco más en el trabajo remunerado y las mujeres más en el hogar y los niños), es igualmente probable que las mamás y los papás encuentren desafiante el acto de hacer malabarismos.

Reconocer los signos de desequilibrio entre el trabajo y la relación es fundamental. Aquí hay algunas señales interesantes a las que debes prestar atención:

  • Mayor tensión y discusiones. Uno de los signos más obvios de desequilibrio en las relaciones es un aumento de la tensión y las discusiones entre los cónyuges. Si discuten con más frecuencia y por cosas triviales, puede ser una señal de que la relación está bajo tensión.
  • Descuido de la relación. Si notas que tú o tu cónyuge cancelan planes constantemente, trabajan hasta altas horas de la noche o no se esfuerzan por pasar tiempo de calidad juntos, puede ser una señal de que el trabajo está teniendo prioridad sobre tu matrimonio.
  • Síntomas físicos del estrés. Equilibrar el trabajo y el matrimonio puede ser estresante y, si no lo controlas de manera eficaz, puede provocar síntomas físicos como dolores de cabeza, fatiga, agotamiento, mal temperamento o incluso dolor físico.
  • Falta de conexión emocional. Si tú o tu cónyuge se sienten desconectados emocionalmente, puede ser una señal de que la relación está desequilibrada. Esto podría manifestarse como un sentimiento de distanciamiento emocional, dificultad para comunicarse o no sentirse apoyado por la pareja.
  • No hay suficiente tiempo para tu pareja. Si tu pareja te pide continuamente tiempo para compartir juntos podría ser una señal de desequilibrio en el trabajo y la relación. Este podría ser el inicio de una espiral de eventos que conducirán a un debilitamiento progresivo de la relación.
  • Falta de tiempo para trabajos domésticos. Si tus obligaciones domésticas en el hogar están desatendidas, provocando así aumento en las tensiones en la relación, es necesario reexaminar la forma en que tú tiempo está siendo distribuido.
  • Cambios sustanciales en el manejo de la sexualidad. Cuando el sexo es casi inexistente o de muy pobre calidad -ya sea por el agotamiento físico o la falta de tiempo- y la sexualidad empieza a afectarse al punto donde la insatisfacción es evidente en ambas partes, es necesario hacer un análisis de cuáles son las prioridades en la relación.

Al reconocer estos signos de desequilibrio, podrás tomar medidas para controlar el estrés y mejorar el balance entre tu trabajo y tu relación. Es esencial abordar estos problemas desde el principio para evitar una mayor tensión en tu relación y promover su bienestar general.

A continuación algunas sugerencias útiles:

  • Priorizar el tiempo de calidad. El tiempo de calidad es esencial en cualquier relación, pero es especialmente crítico cuando se equilibra con el trabajo. Haz que sea una prioridad pasar tiempo juntos, aunque sea solo unos minutos cada día. Considera reservar citas nocturnas regulares o planificar actividades que puedan hacer juntos. Utiliza este tiempo para ponerse al día, relajarse y reconectarse. Priorizar el tiempo de calidad ayuda a reducir el estrés y fortalecer tu relación.
  • Establecer límites. Establecer límites es importante en cualquier relación, pero es especialmente crítico cuando se equilibra con el trabajo. Establece límites claros en torno al trabajo y la vida de pareja. Esto podría significar desconectarse del trabajo durante ciertos momentos del día o de la semana, establecer límites en las horas de trabajo o establecer límites en torno al tiempo personal. Al establecer límites, puedes crear un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal y reducir el estrés.
  • Crear un calendario compartido. Crear un calendario compartido puede ayudarlos a ambos a realizar un seguimiento de los horarios de cada uno y garantizar que estén en la misma página. Esto puede ayudar a prevenir malentendidos y reducir el estrés. Considera usar un calendario digital al que puedas acceder desde tu teléfono o computadora, y asegúrate de actualizarlo periódicamente. Al crear un calendario compartido, pueden evitar conflictos de programación y asegurarse de dedicar tiempo el uno al otro.
  • Calidad sobre cantidad. En lugar de centrarse únicamente en la cantidad de tiempo que pasan juntos, prioricen la calidad de ese tiempo. Ya sea compartiendo una comida, dando un paseo o simplemente teniendo una conversación sincera; aprovechar al máximo el tiempo que pasan juntos fomenta una fuerte conexión emocional.
  • Apoyar objetivos individuales. Apoyen las aspiraciones profesionales y los objetivos individuales de cada uno. Al animarse mutuamente a perseguir pasiones y sueños personales, pueden crear un entorno en el que ambos cónyuges se sientan valorados y realizados.
  • Crear tiempo exclusivo para ustedes. Así como programas reuniones y citas de trabajo, también puedes programar tiempo dedicado al «nosotros». Ya sea una cita nocturna semanal o una escapada de fin de semana, este tiempo juntos intencionalmente les ayuda a nutrir su relación en medio de agendas ocupadas.
  • Guardar los teléfonos y alejarse de las redes sociales al menos cuando estén en casa. Esto le podría doler a muchos. Tal vez no sea demasiado pedir que guarden sus teléfonos de vez en cuando. Comprométanse a pasar tiempo juntos sin distracciones de teléfonos móviles o redes sociales y verán los resultados.
Conclusión

Los estudios muestran que cuando las parejas tienen acceso a un trabajo desafiante, son más felices,  tienen mejores relaciones, mejor sexo, es menos probable que se depriman y son más productivos. Con frecuencia, el éxito laboral va acompañado de cierta libertad económica que contribuye en gran medida a la consecución de las aspiraciones personales. Pero si las horas de trabajo se vuelven demasiado locas, las recompensas tienden a revertirse. La clave es priorizar tu relación y encontrar un trabajo desafiante en el que tengas cierto control sobre tus horas de trabajo o cierta flexibilidad. Equilibra el trabajo y la relación trabajando en equipo para satisfacer las necesidades de la vida y al mismo tiempo disfrutar de tu pareja. Si no disfrutas de tu cónyuge y no disfrutas de tus hijos, si los tienes, o si disfrutas compartir más con compañeros de trabajo o amigos, es posible que desees reevaluar tus prioridades.

¿Por qué a los hombres les da sueño después del sexo?

Es una pregunta que intriga sobre todo a las mujeres. ¿Por qué los hombres tienen sueño después del sexo? Muchos hombres apenas dejan tiempo para que las sábanas se acomoden antes de dirigirse directamente a la tierra de Morfeo, pero ¿hay alguna razón científica por la cual un género podría estar más predispuesto a dormir inmediatemente después del sexo?

Un estudio realizado por la autora Melinda Wenner Moyer ofrece algunas respuestas.

Para muchas mujeres, la correlación entre el sexo y los ronquidos es uno de esos hechos molestos de la vida: no importa cuándo ocurren los encuentros apasionados, los hombres siempre parecen quedarse dormidos inmediatamente después. Aunque las mujeres a veces sienten sueño después de tener relaciones sexuales, el fenómeno parece más pronunciado en los hombres. ¿Qué es entonces lo que los arrastra hacia la tierra de Morfeo luego del sexo?

En primer lugar, las razones obvias: el acto tiene lugar frecuentemente de noche, en la cama, y es, después de todo, físicamente agotador (a menudo más para el hombre que para la mujer, aunque esto ciertamente podría variar). Entonces, cuando termina el sexo, es natural que un hombre sienta sueño.

En segundo lugar, según la autora, las investigaciones que utilizan tomografías por emisión de positrones han demostrado que para que una persona alcance el orgasmo, el requisito principal es dejar de lado «todo miedo y ansiedad». Hacerlo también tiende a resultar relajante y podría explicar la tendencia a dormir.

Luego está la bioquímica del propio orgasmo. Indica la autora que las investigaciones muestran que durante la eyaculación los hombres liberan un cóctel de sustancias químicas cerebrales que incluyen norepinefrina, serotonina, oxitocina, vasopresina, óxido nítrico y la hormona prolactina. La liberación de prolactina está relacionada con la sensación de satisfacción sexual y también media en el «tiempo de recuperación» del que los hombres son muy conscientes: el tiempo que un hombre debe esperar antes de «tener otra erección». Los estudios también han demostrado que los hombres con deficiencia de prolactina tienen tiempos de recuperación más rápidos.

Los niveles de prolactina son naturalmente más altos durante el sueño y los animales a los que se les inyecta la sustancia química se cansan inmediatamente. Esto sugiere un fuerte vínculo entre la prolactina y el sueño, por lo que es probable que la liberación de la hormona durante el orgasmo haga que los hombres sientan sueño luego de esta actividad. La prolactina también explica por qué los hombres tienen más sueño después del coito que después de la masturbación. Por razones desconocidas, los orgasmos sexuales liberan cuatro veces más prolactina que los orgasmos masturbatorios, según un estudio reciente.

La oxitocina y la vasopresina, otras dos sustancias químicas liberadas durante el orgasmo, también están asociadas con el sueño. Su liberación frecuentemente acompaña a la de melatonina, la principal hormona que regula nuestros relojes biológicos. También se cree que la oxitocina reduce los niveles de estrés, lo que a su vez podría provocar relajación y somnolencia.

Y aunque hay información contradictoria sobre si las mujeres sienten sueño después del sexo, una mujer a menudo se queda dormida con el hombre de todos modos (o lo usa como un momento clave para abrazarse). También es posible que la somnolencia sea sólo un «efecto secundario» asociado con una razón evolutivamente más importante para la liberación de oxitocina y vasopresina. Además de estar asociados con el sueño, ambas sustancias químicas también están íntimamente involucradas en lo que se llama «vínculo de pareja», el apego social que comúnmente comparten las parejas humanas. La liberación de estas sustancias químicas cerebrales durante el orgasmo aumenta los sentimientos de vínculo y confianza entre las parejas sexuales, lo que puede explicar parcialmente el vínculo entre el sexo y el apego emocional. Este vínculo es favorable si la pareja tiene un bebé, ya que la crianza cooperativa maximiza las posibilidades de supervivencia del pequeño.

La conclusión del estudio es la siguiente: existen muchas posibles razones bioquímicas y evolutivas para la somnolencia post-sexual, algunas directas y otras indirectas, pero nadie ha identificado aún las causas exactas. Una cosa, sin embargo, es segura: será mejor que las mujeres se acostumbren, porque no parece que esta conducta vaya a cambiar pronto.

Ahora bien, a quienes les moleste el fenómeno de los ronquidos post-sexo, tengan en cuenta los resultados de una investigación reciente realizada con 10,000 hombres ingleses, la cual reveló que el 48 porciento de los hombres realmente se queda dormido durante el coito, no después.